Paso ahora al contenido importante de la réplica de Rodolfo.
Básicamente Rodolfo dice que es cierto que en el capitalismo se genera competencia, pero, dice, “no hay garantía de que las condiciones de competencia equitativa se van a mantener para siempre”. A lo cual pregunto ¿qué es eso de competencia “equitativa”? ¿Acaso Apple, Microsoft, Toshiba, Sony, Real Networks, Google, y demás empresas que compiten en ese mercado son del mismo tamaño? No ¿Tienen el mismo acceso a publicidad? No ¿La gente tiene información perfecta sobre sus productos? No. Entonces, ¿qué condiciones de competencia “equitativa” son las que hay en ese mercado?
De hecho no elegí el ejemplo del iPod al azar. Lo elegí precisamente porque es un mercado en el que la intervención estatal es (por lo pronto) mínima. Es la muestra, pues, de un mercado muy cercano al de un capitalismo puro, sin intervención gubernamental, y precisamente demuestra que la afirmación de que el capitalismo tiende al monopolio es una afirmación falsa. Sin embargo Rodolfo dice que mi ejemplo está bien como “curiosidad”, pero que no pasa de eso porque
Luego dices que historias de éxito como Lenovo sólo se explican gracias a la muy agresiva intervención gubernamental. El problema con esto es ¿cómo sabe el gobierno a quién subsidiar y a quién no? ¿Cómo es que un (o unos) burócratas pueden decidir mejor que nosotros qué compañías deben ser exitosas y cuáles no? Y si esto es posible ¿por qué no funcionó el comunismo? ¿Si tanta confianza tienes en que el gobierno puede saber qué empresas deben ser exitosas, por qué no abogar porque el gobierno planifique todo? Dices que los liberales (no sé porque especificas que los mexicanos, ¿los de otros lados no?) somos más papistas que el Papa, pero yo diría que aquí el que hace un gran acto de fe eres tú. ¿Por qué digo esto? Porque por alguna razón tú tienes fe en el burócrata (y no me refiero sólo al mexicano). Tienes fe en que alguien más puede decidir por ti qué hacer con tu dinero (tus impuestos) y que tomarán la decisión correcta. Eso realmente requiere fe, especialmente cuando la historia nos mostraría más ejemplos de fracasos que de éxitos. Y la razón de esto es sencilla: cuando los burócratas deciden qué hacer con nuestros impuestos, no tienen la misma motivación que un capitalista; los burócratas no pierden cuando hacen una mala inversión porque están arriesgando nuestro dinero, no el de ellos. Tal vez con eso explico mi mala opinión de los burócratas en general (aunque tengo más razones aún).
Finalmente, dices que no he demostrado que tu afirmación sea meramente una opinión tuya. Nunca quise demostrar eso. Ni eres el primero que lo dice, ni serás el último. Dije que es una opinión y que es incorrecta. Dices que no logro desentrañar por qué esa idea es tan popular, pero no veo por qué deba hacerlo. El comunismo también fue una idea popular. Y no, no es porque los gobiernos sean ociosos, todo lo contrario, es precisamente porque los gobernantes tienen algo que ganar regulando los mercados que lo hacen. Tú bien sabes que los gobernantes (y los burócratas) no están por encima de la motivación capitalista, ellos también buscan el lucro, y las leyes antimonopolio son una manera de obtenerlo.
En cuanto a tu ejercicio intelectual, no te molestes, se llama ad populum, una falacia que les encanta a esos políticos populistas que bien conocemos. Si el número de "expertos" que defiende una idea en determinado momento es sinónimo de su veracidad, el comunismo sería posible, el Sol y los planetas girarían en torno a la Tierra y la Tierra sería plana ... entre otras cosas.
Básicamente Rodolfo dice que es cierto que en el capitalismo se genera competencia, pero, dice, “no hay garantía de que las condiciones de competencia equitativa se van a mantener para siempre”. A lo cual pregunto ¿qué es eso de competencia “equitativa”? ¿Acaso Apple, Microsoft, Toshiba, Sony, Real Networks, Google, y demás empresas que compiten en ese mercado son del mismo tamaño? No ¿Tienen el mismo acceso a publicidad? No ¿La gente tiene información perfecta sobre sus productos? No. Entonces, ¿qué condiciones de competencia “equitativa” son las que hay en ese mercado?
De hecho no elegí el ejemplo del iPod al azar. Lo elegí precisamente porque es un mercado en el que la intervención estatal es (por lo pronto) mínima. Es la muestra, pues, de un mercado muy cercano al de un capitalismo puro, sin intervención gubernamental, y precisamente demuestra que la afirmación de que el capitalismo tiende al monopolio es una afirmación falsa. Sin embargo Rodolfo dice que mi ejemplo está bien como “curiosidad”, pero que no pasa de eso porque
“en última instancia nada pasa si yo no tengo acceso a una iPod o a una X-Box o a una computadora. … no es un mercado particularmente importante para nadie en este mundo. Hace un año vivía sin mi Gigabeat y no me pasaría nada si la perdiera o si se creara un monopolio que controlara el mercado de los equipos para tocar MP3”.Para empezar me dejaste boquiabierto al incluir a las computadoras en general en tu comentario. ¿Realmente crees que el mercado de las computadoras no tiene mayor importancia? En segundo lugar, ¿qué tiene que ver qué tan importante o no es el mercado cuando de lo que estamos hablando es del capitalismo en general? ¿Aceptas entonces que tu afirmación es falsa y que se restringe a los mercados “importantes” (por supuesto, de todos modos estaré en desacuerdo con la afirmación modificada)? ¿O consideras que sólo los mercados de productos “importantes” (“estratégicos” dirían los políticos) son ejemplos de capitalismo?
Luego dices que historias de éxito como Lenovo sólo se explican gracias a la muy agresiva intervención gubernamental. El problema con esto es ¿cómo sabe el gobierno a quién subsidiar y a quién no? ¿Cómo es que un (o unos) burócratas pueden decidir mejor que nosotros qué compañías deben ser exitosas y cuáles no? Y si esto es posible ¿por qué no funcionó el comunismo? ¿Si tanta confianza tienes en que el gobierno puede saber qué empresas deben ser exitosas, por qué no abogar porque el gobierno planifique todo? Dices que los liberales (no sé porque especificas que los mexicanos, ¿los de otros lados no?) somos más papistas que el Papa, pero yo diría que aquí el que hace un gran acto de fe eres tú. ¿Por qué digo esto? Porque por alguna razón tú tienes fe en el burócrata (y no me refiero sólo al mexicano). Tienes fe en que alguien más puede decidir por ti qué hacer con tu dinero (tus impuestos) y que tomarán la decisión correcta. Eso realmente requiere fe, especialmente cuando la historia nos mostraría más ejemplos de fracasos que de éxitos. Y la razón de esto es sencilla: cuando los burócratas deciden qué hacer con nuestros impuestos, no tienen la misma motivación que un capitalista; los burócratas no pierden cuando hacen una mala inversión porque están arriesgando nuestro dinero, no el de ellos. Tal vez con eso explico mi mala opinión de los burócratas en general (aunque tengo más razones aún).
Finalmente, dices que no he demostrado que tu afirmación sea meramente una opinión tuya. Nunca quise demostrar eso. Ni eres el primero que lo dice, ni serás el último. Dije que es una opinión y que es incorrecta. Dices que no logro desentrañar por qué esa idea es tan popular, pero no veo por qué deba hacerlo. El comunismo también fue una idea popular. Y no, no es porque los gobiernos sean ociosos, todo lo contrario, es precisamente porque los gobernantes tienen algo que ganar regulando los mercados que lo hacen. Tú bien sabes que los gobernantes (y los burócratas) no están por encima de la motivación capitalista, ellos también buscan el lucro, y las leyes antimonopolio son una manera de obtenerlo.
En cuanto a tu ejercicio intelectual, no te molestes, se llama ad populum, una falacia que les encanta a esos políticos populistas que bien conocemos. Si el número de "expertos" que defiende una idea en determinado momento es sinónimo de su veracidad, el comunismo sería posible, el Sol y los planetas girarían en torno a la Tierra y la Tierra sería plana ... entre otras cosas.
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