En un comentario reciente le decía yo a manson que una manera de medir si un sistema económico es mejor que otro es viendo las tendencias de migración de las personas. Emigrar del país de origen a otro requiere un gran esfuerzo y muchas veces implica grandes peligros. Por ello debe haber razones muy buenas para que alguien decida dejar su país e irse a otro lugar donde las costumbres y el idioma pueden ser diferentes y además puede enfrentar el rechazo de los nativos.
Sería interesante entonces ver la relación entre migración y libertad económica. Esto es precisamente lo que hizo el año pasado Gabriel Openshaw en un artículo para el Instituto Mises. Openshaw tomó los datos de libertad económica del Índice de Libertad Económica (cuya versión 2006 salió la semana pasada y donde México disminuyó su puntuación en 0.01 y cayó 11 lugares) y datos de migración del CIA World Factbook y encontró lo siguiente:
En los veinte países con menor libertad económica, que incluyen a Haití, Venezuela y Cuba, hay una tasa de migración de -1.12 por cada mil habitantes. Es decir, más gente se va que la que llega, con todo y que es ilegal irse de algunos de estos países.
En contraste, en los veinte países con mayor libertad económica, dentro de los cuales el único latinoamericano es Chile, hay una tasa neta de migración de 3.81 por cada mil habitantes. Es decir, más gente llega a estos países que la que se va, con todo y que la mayoría de estos países tienen restricciones a la inmigración!
Ahora, ya me imagino que los izquierdistas dirán que esto se debe a que los países económicamente más libres son los países ricos que explotan a los pobres. Si alguien va a hacer tal argumento deberá decirme cómo sucede esto. Simplemente decirlo o decir que lo dijo Lenin no lo hace cierto. Me gustaría que lo explicaran o pusieran algún ejemplo.
Pero independientemente de que ese argumento es equivocado, Openshaw, previendo algún argumento de este tipo, hizo un ejercicio similar al de arriba utilizando sólo 22 países considerados de primer mundo. Es decir, tomando sólo en cuenta a los países de la UE (excluyendo a los que entraron recientemente), Australia, Nueva Zelanda, EEUU y Canadá. Comparando las tasas de migración de los 11 más libres con los 11 menos libres encontró que la tasa de inmigración es mayor en los más libres (2.68 vs. 2.01).
Ya sé, ya sé, alguien me va a decir que no cree los datos de la CIA o algo por el estilo. Pero aún en fuentes objetivas como La Jornada (¿de qué se ríen?) encontramos artículos que confirman esta tendencia.
Así pues, AMLO tiene razón cuando dice que “el fracaso de la política económica es el fracaso de la política migratoria del Presidente.” Lo malo es que la política económica que él propone es todavía peor.
Sería interesante entonces ver la relación entre migración y libertad económica. Esto es precisamente lo que hizo el año pasado Gabriel Openshaw en un artículo para el Instituto Mises. Openshaw tomó los datos de libertad económica del Índice de Libertad Económica (cuya versión 2006 salió la semana pasada y donde México disminuyó su puntuación en 0.01 y cayó 11 lugares) y datos de migración del CIA World Factbook y encontró lo siguiente:
En los veinte países con menor libertad económica, que incluyen a Haití, Venezuela y Cuba, hay una tasa de migración de -1.12 por cada mil habitantes. Es decir, más gente se va que la que llega, con todo y que es ilegal irse de algunos de estos países.
En contraste, en los veinte países con mayor libertad económica, dentro de los cuales el único latinoamericano es Chile, hay una tasa neta de migración de 3.81 por cada mil habitantes. Es decir, más gente llega a estos países que la que se va, con todo y que la mayoría de estos países tienen restricciones a la inmigración!
Ahora, ya me imagino que los izquierdistas dirán que esto se debe a que los países económicamente más libres son los países ricos que explotan a los pobres. Si alguien va a hacer tal argumento deberá decirme cómo sucede esto. Simplemente decirlo o decir que lo dijo Lenin no lo hace cierto. Me gustaría que lo explicaran o pusieran algún ejemplo.
Pero independientemente de que ese argumento es equivocado, Openshaw, previendo algún argumento de este tipo, hizo un ejercicio similar al de arriba utilizando sólo 22 países considerados de primer mundo. Es decir, tomando sólo en cuenta a los países de la UE (excluyendo a los que entraron recientemente), Australia, Nueva Zelanda, EEUU y Canadá. Comparando las tasas de migración de los 11 más libres con los 11 menos libres encontró que la tasa de inmigración es mayor en los más libres (2.68 vs. 2.01).
Ya sé, ya sé, alguien me va a decir que no cree los datos de la CIA o algo por el estilo. Pero aún en fuentes objetivas como La Jornada (¿de qué se ríen?) encontramos artículos que confirman esta tendencia.
Así pues, AMLO tiene razón cuando dice que “el fracaso de la política económica es el fracaso de la política migratoria del Presidente.” Lo malo es que la política económica que él propone es todavía peor.
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