El día de hoy escribí un post para el blog Mundo Abierto del periódico El Universal. Este post surge de una buena discusión en ese blog acerca de si el capitalismo es un sistema bueno o malo. Mi posición es totalmente a favor del capitalismo. A continuación reproduzco el post. Pueden comentar aquí o allá (lo bueno de comentar aquí es que podemos llevar la discusión por varios días, mientras que allá sólo se puede comentar ese post por el día de hoy). A continuación el post:
Hoy en día es ampliamente aceptado que el capitalismo es el sistema económico que más riqueza nos ha permitido producir y, por lo tanto, el que más nos ha permitido mejorar nuestras condiciones materiales de vida. Al mismo tiempo, el capitalismo es criticado como un sistema inhumano en el que lo único que importa es la ganancia económica y donde la competencia feroz destroza al que no se mantiene al día. La idea de escribir “en defensa del capitalismo” surgió de una interesante discusión que tuvimos en Mundo Abierto hace un par de semanas. En esa discusión Miguel presentó varios argumentos criticando al sistema capitalista que me gustaría discutir a mayor profundidad. Mi intención con este escrito es mostrar que las críticas al capitalismo se deben generalmente a una visión limitada de las cosas y a un mal entendimiento de qué es capitalismo y qué no es.
Empecemos con la crítica más fuerte: el capitalismo es un sistema autodestructivo. La argumentación va de la siguiente manera: los empresarios explotan a los trabajadores pagándoles apenas lo suficiente para sobrevivir por lo que éstos no pueden consumir los nuevos productos que hacen las empresas. Las nuevas tecnologías y la competencia empeoran aún más la situación ya que se vuelve difícil la supervivencia de las empresas. Al no haber consumidores para los nuevos productos las empresas cerrarán creando más desempleo y menos consumo hasta que el sistema completo cae. Pero si el argumento es verdadero ¿por qué sigue funcionando el capitalismo? ¿Cómo es posible que hoy consumamos más que en el pasado y que el número de productos siga creciendo? ¿Cómo es posible que a pesar del enorme aumento poblacional el sistema no haya caído? El hecho de que el capitalismo sigue funcionando demuestra empíricamente que el argumento está equivocado, pero no todo mundo entiende por qué esto es así. Pensémoslo un poco: el objetivo del empresario es ganar dinero (esa maldita motivación) y para lograrlo necesita proveer un producto o servicio que los consumidores quieran y a un precio que los consumidores están dispuestos a pagar. En otras palabras, el empresario no decide arbitrariamente qué hacer y a qué precio venderlo, sino que, para lograr su objetivo, debe preocuparse por satisfacer a los consumidores. En su comentario Miguel hablaba de la radicalización de la democracia y de la democratización de la producción; precisamente es bajo el capitalismo que cada uno de nosotros votamos a través de nuestro consumo (y no-consumo) para decidir qué productos deben producirse, de qué calidad y a qué precio. Un empresario que no satisface a los consumidores fracasa mientras que aquellos que incrementan nuestra satisfacción son los exitosos. La competencia, el desarrollo de nuevas tecnologías, y en general toda consecuencia del capitalismo surgen precisamente del deseo de satisfacer al consumidor. ¿Dejará algún día de haber consumo? Por supuesto que no, la naturaleza humana es actuar para mejorar sus condiciones de vida y la manera más eficiente de hacerlo es dividiendo el trabajo e intercambiando. Mientras esto sea cierto, seguirá habiendo producción y consumo.
¿Qué pasa entonces con quienes pierden su empleo a causa de la competencia? Pues no se quedan así nomás sin hacer nada. De nuevo, la naturaleza humana es buscar la manera de mejorar nuestras condiciones de vida, por lo tanto estas personas buscarán otra manera de mejorar la suya. En esta búsqueda hay de dos: o buscan empleo en empresas exitosas o, si tienen o consiguen el capital necesario, empiezan su propio negocio (bueno, también se pueden las dos al mismo tiempo). De cualquiera de las dos formas, la persona, al buscar mejorar sus condiciones de vida por interés propio, termina sirviendo también de mejor manera a la sociedad en general.
Para terminar este primer post hay otros puntos que se tocaron en esa discusión y no puedo dejar pasar. Dije yo en un comentario que los países más liberales son los que tienen menos pobreza, lo cual fue cuestionado por Miguel. Aquí están las diez economías más libres y las diez menos libres:
Economías más libres:
Economías menos libres:
¿Existe duda de cuáles tienen mayor pobreza?
Para la discusión de los otros dos temas los referiré a otros sitios para no extenderme demasiado. El primero es la cuestión de si el capitalismo produce mayor felicidad o lo contrario. Como saben, la felicidad es algo subjetivo, pero sin duda en un mundo donde las personas tienen perspectivas de progreso éstas serán más felices. Para una discusión más a fondo los refiero a este post de Jonah Norberg. La otra cuestión es el mito de que el capitalismo “salvaje” favorece la formación de monopolios. Para esa discusión los refiero a un post en Rolvlog.
Hoy en día es ampliamente aceptado que el capitalismo es el sistema económico que más riqueza nos ha permitido producir y, por lo tanto, el que más nos ha permitido mejorar nuestras condiciones materiales de vida. Al mismo tiempo, el capitalismo es criticado como un sistema inhumano en el que lo único que importa es la ganancia económica y donde la competencia feroz destroza al que no se mantiene al día. La idea de escribir “en defensa del capitalismo” surgió de una interesante discusión que tuvimos en Mundo Abierto hace un par de semanas. En esa discusión Miguel presentó varios argumentos criticando al sistema capitalista que me gustaría discutir a mayor profundidad. Mi intención con este escrito es mostrar que las críticas al capitalismo se deben generalmente a una visión limitada de las cosas y a un mal entendimiento de qué es capitalismo y qué no es.
Empecemos con la crítica más fuerte: el capitalismo es un sistema autodestructivo. La argumentación va de la siguiente manera: los empresarios explotan a los trabajadores pagándoles apenas lo suficiente para sobrevivir por lo que éstos no pueden consumir los nuevos productos que hacen las empresas. Las nuevas tecnologías y la competencia empeoran aún más la situación ya que se vuelve difícil la supervivencia de las empresas. Al no haber consumidores para los nuevos productos las empresas cerrarán creando más desempleo y menos consumo hasta que el sistema completo cae. Pero si el argumento es verdadero ¿por qué sigue funcionando el capitalismo? ¿Cómo es posible que hoy consumamos más que en el pasado y que el número de productos siga creciendo? ¿Cómo es posible que a pesar del enorme aumento poblacional el sistema no haya caído? El hecho de que el capitalismo sigue funcionando demuestra empíricamente que el argumento está equivocado, pero no todo mundo entiende por qué esto es así. Pensémoslo un poco: el objetivo del empresario es ganar dinero (esa maldita motivación) y para lograrlo necesita proveer un producto o servicio que los consumidores quieran y a un precio que los consumidores están dispuestos a pagar. En otras palabras, el empresario no decide arbitrariamente qué hacer y a qué precio venderlo, sino que, para lograr su objetivo, debe preocuparse por satisfacer a los consumidores. En su comentario Miguel hablaba de la radicalización de la democracia y de la democratización de la producción; precisamente es bajo el capitalismo que cada uno de nosotros votamos a través de nuestro consumo (y no-consumo) para decidir qué productos deben producirse, de qué calidad y a qué precio. Un empresario que no satisface a los consumidores fracasa mientras que aquellos que incrementan nuestra satisfacción son los exitosos. La competencia, el desarrollo de nuevas tecnologías, y en general toda consecuencia del capitalismo surgen precisamente del deseo de satisfacer al consumidor. ¿Dejará algún día de haber consumo? Por supuesto que no, la naturaleza humana es actuar para mejorar sus condiciones de vida y la manera más eficiente de hacerlo es dividiendo el trabajo e intercambiando. Mientras esto sea cierto, seguirá habiendo producción y consumo.
¿Qué pasa entonces con quienes pierden su empleo a causa de la competencia? Pues no se quedan así nomás sin hacer nada. De nuevo, la naturaleza humana es buscar la manera de mejorar nuestras condiciones de vida, por lo tanto estas personas buscarán otra manera de mejorar la suya. En esta búsqueda hay de dos: o buscan empleo en empresas exitosas o, si tienen o consiguen el capital necesario, empiezan su propio negocio (bueno, también se pueden las dos al mismo tiempo). De cualquiera de las dos formas, la persona, al buscar mejorar sus condiciones de vida por interés propio, termina sirviendo también de mejor manera a la sociedad en general.
Para terminar este primer post hay otros puntos que se tocaron en esa discusión y no puedo dejar pasar. Dije yo en un comentario que los países más liberales son los que tienen menos pobreza, lo cual fue cuestionado por Miguel. Aquí están las diez economías más libres y las diez menos libres:
Economías más libres:
Hong Kong, Singapur, Luxemburgo, Estonia, Irlanda, Nueva Zelanda, Reino Unido, Dinamarca, Islandia, Australia
Economías menos libres:
Venezuela, Uzbekistán, Irán, Cuba, Laos, Turkmenistán, Zimbabwe, Libia, Burma, Corea del Norte
¿Existe duda de cuáles tienen mayor pobreza?
Para la discusión de los otros dos temas los referiré a otros sitios para no extenderme demasiado. El primero es la cuestión de si el capitalismo produce mayor felicidad o lo contrario. Como saben, la felicidad es algo subjetivo, pero sin duda en un mundo donde las personas tienen perspectivas de progreso éstas serán más felices. Para una discusión más a fondo los refiero a este post de Jonah Norberg. La otra cuestión es el mito de que el capitalismo “salvaje” favorece la formación de monopolios. Para esa discusión los refiero a un post en Rolvlog.
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1 comentario:
Buenas tardes.
Tema interesantísimo.
Hoy en día defender el capitalismo es cosa de pendejos( es decir, así se lo cataloga a uno si aboga por tal sistema), es odiado por la mayoría de jóvenes, con pseudo conciencia y corazón revolucionario.
Sin embargo, es mi hipótesis que la mayoría de jóvenes izquierdistas no conocen bien los términos que utilizan, son ignorantes y tienden a confundir conceptos básicos, por ejemplo igualdad, interés propio, interés económico, empresa privada, intervención estatal, que al ser asociados con el capitalismo son demonizados sin necesariamente entender como funcionan o como se definen.
Me gustaría su opinión en los términos generales que más confunden al jóven sobre este sistema, aquellos conceptos sobre los cuales más se opinan y mas ignorancia generan.
Este es mi correo (nicolleperla@yahoo.com)
Si se anima, de antemano, gracias.
Saludes.
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