febrero 08, 2006

Break

Desafortunadamente no voy a tener la posibilidad de escribir tan frecuentemente como antes en los próximos meses pero intentaré postear de vez en cuando.

Afortunadamente han surgido un buen número de blogs mexicanos muy interesantes, muchos de ellos de quienes participan aquí, así que espero por lo menos poder participar en esos blogs. Mejor aún es que han comenzado un par de blogs con un enfoque liberal similar a Rolvlog y que, por lo tanto, son muy recomendables:

Son las Chacas de uga y Frontera Zero de cefaz. Ambos están tocando temas interesantes. Uga escribe sobre la regulación de precios por parte del gobierno y Cefaz sobre la libertad de expresión frente a la situación de los cartones de Mahoma que aparecieron en periódicos europeos y las protestas que siguen desatando.

De cualquier manera por aquí nos seguimos leyendo aunque sea en notas cortas.

enero 29, 2006

Apuntes sobre la ética del aborto

En mi post sobre las posiciones conservadoras de Felipe Calderón, Pipe (quien tiene dos excelentes blogs: Elecciones México y Creer en México) dejó un comentario acerca del aborto con un enlace a un artículo de Albert Esplugas Boter. Esplugas presenta una argumentación en contra del aborto basándose en los postulados de la ética liberal/libertaria, los cuáles se pueden resumir en el principio de no-agresión. Para quien le interese, creo que la referencia obligada sobre la ética liberal/libertaria es The Ethics of Liberty de Murray N. Rothbard. Larry Nieves resume muy bien los principios libertarios en su blog. Antes de empezar el análisis sólo quiero dejar bien en claro el uso de ciertos términos. Desde el punto de vista de la ética liberal, existe una diferencia entre ética y moral. La ética nos dice qué derechos tenemos todas las personas, mientras que la moral se refiere a lo que cada persona cree que se debe hacer en distintas situaciones. La ética es absoluta, la moral es relativa. La violación de principios éticos es un crimen y se justifica entonces el uso, de ser necesario, de la violencia para aprehender al criminal y enjuiciarlo. Cualquier acción que NO viole los principios éticos, por muy inmoral que se le considere, no es criminal. Por ejemplo (voy a utilizar un ejemplo de Rothbard), la ética nos dice que las personas tienen el derecho a comprar y consumir Coca-Cola, pero no dice nada respecto a si deben o no hacerlo(esto último lo dicta la moral de cada quien). Otro ejemplo, una persona que toma drogas o alcohol, en tanto no está agrediendo a nadie, no está violando los derechos de nadie y por lo tanto no es un criminal. Quienes consideren que esa persona no debe tomar drogas y alcohol pueden, todo caso, aconsejarlo y, si la persona lo permite, ayudarle a dejar su vicio. Lo que no se vale es imponer la moral de unos sobre otros. La imposición es un acto de agresión y, por lo tanto, viola el principio ético de no-agresión.

Ahora sí, pasemos a la argumentación de Esplugas. Comienzazos por la pregunta de en qué momento empieza la vida humana. Esplugas presenta la siguiente posición como la de consenso entre los embriólogos humanos: “el ser humano empieza con el zigoto, resultado de la “fusión” de un óvulo y un espermatozoide”. Esta posición me parece razonable por lo que no me detengo más en ella. La siguiente cuestión es si podemos considerar que esa vida humana es una persona, con los derechos que eso implica. Aquí, de nuevo, creo que Esplugas tiene razón al señalar que, al tratarse de un adulto en potencia, el producto de la fertilización debe considerarse una persona desde el momento de la unión entre óvulo y espermatozoide. Por lo tanto, en tanto esa persona no agreda a alguien más, la debemos dejar en paz. Es aquí donde surge el problema: esa persona se encuentra dentro de la propiedad de otra, dentro del cuerpo de la madre. Recordemos que en esta discusión estamos dejando de lado lo moral, estamos hablando desde una perspectiva puramente de derechos éticos.

Ahora bien, si alguien invade nuestra propiedad sin nuestro consentimiento, tenemos el derecho a exigirle que se vaya, e incluso utilizar la violencia para defender nuestra propiedad. Pero hay que ser razonables, si alguien entra accidentalmente en nuestra propiedad no se vale dispararle automáticamente. Lo primero que debemos hacer es, de ser posible, ir y pedirle que se retire. Si se niega, entonces podemos utilizar algún tipo de coerción física sin llegar a matarlo. Podemos pedir ayuda externa, por ejemplo a la policía. Sólo en casos extremos utilizaremos la violencia mortal. Así pues, si la madre no consiente que esa persona se quede dentro de su cuerpo, puede comenzar por pedirle que se salga, pero pues nada va a pasar. Lo que sigue entonces es usar coerción física, en este caso con ayuda externa. Dado que esa persona no puede vivir fuera del cuerpo de la madre morirá. Pero la madre no ha cometido un crimen, ella sólo estaba defendiendo su propiedad (a esto también se le conoce como aborto por evicción). Ante este argumento a favor del derecho de abortar, Esplugas responde con el de responsabilidad parental.

¿En qué consiste el argumento de responsabilidad parental? El argumento dice que los padres adquieren una responsabilidad hacia el producto de la fertilización debido a que ellos lo produjeron a través de un acto voluntario. Es decir, los padres lo crearon y lo pusieron dentro del cuerpo de la madre, por lo tanto, desde el punto de vista de Esplugas, tienen una responsabilidad hacia esa persona. Una de las consecuencias de este argumento, por cierto, es que la terminación de un embarazo producto de una violación está justificado dado que no fue un acto voluntario.
Para ayudarnos a entender el argumento, Esplugas nos presenta la analogía originalmente utilizada por Judith J. Thompson para justificar el aborto por evicción:
un individuo en estado inconsciente necesita conectarse a los órganos de alguien durante nueve meses para sobrevivir, y es “enchufado” a nosotros mientras dormimos. Así es que al despertarnos nos encontramos con una persona acoplada a nuestro organismo. Su vida depende de ello; si la separamos fallece. ¿Estamos obligados a permanecer unidos durante nueve meses? ¿Y si fueran nueve años? ¿Y si fuera el resto de nuestra vida?
Esplugas dice que la analogía de Thompson es incompleta porque no reconoce la responsabilidad de los padres. En otras palabras, Esplugas dice que la analogía de Thompson describe bien el caso de un embarazo por violación, pero en el caso de un embarazo producto de una relación sexual voluntaria
la comparación sería más acertada si el individuo que padece la conexión fuera el causante de la vulnerabilidad del individuo que es conectado. ¿Qué derecho tendría aquél, entonces, a desconectarse? Imaginemos que alguien está mirando un cartel publicitario mientras pasea y tropieza con un minusválido que va en una silla de ruedas, el cual cae al suelo. ¿Está obligado el causante del incidente a ayudar al minusválido a sentarse de nuevo en su silla o tiene derecho a dejarlo tirado en el suelo alegando que no se le puede exigir su asistencia?
Es aquí donde me parece que falla el razonamiento de Esplugas. En las analogías que expone una persona A comete una agresión contra otra persona B y debe pagar por ello. Si A arremete contra B provocando que B quede en un estado tal que su única salvación es conectarlo a los órganos de A, A está obligado a pagar su agresión permitiendo la conexión por el tiempo que sea. De la misma manera, la persona que tropieza con el minusválido ha cometido una agresión y está obligado a ayudarle al minusválido para pagar por su agresión. Pero en el caso de un embarazo no existe un acto de agresión contra esa persona que de pronto se encuentra dentro del cuerpo de la mujer. La mujer, por lo tanto, no tiene obligación alguna hacia esa persona. Por ello creo que la analogía original de Thompson sigue siendo válida independientemente de si el embarazo es producto de una relación sexual voluntaria o no. La posición de Esplugas es equivalente a decir que el acto sexual voluntario es un acto de agresión contra una persona que en ese momento ni existe ni sabemos si va a existir o no.

Esplugas ofrece una analogía adicional:
un individuo A siente mucho placer realizando una determinada acción Z, pero sabe que si realiza Z existe la posibilidad de que un individuo B que está durmiendo sea introducido dentro de un avión controlado por A (una probabilidad del 10%). Hay una relación de causalidad entre Z y la contingencia del avión (si B es introducido en el avión lo será a causa de la acción Z que realiza A). La finalidad de A es el placer que le reporta esa acción Z, no el efecto que puede tener sobre B. De hecho le molestaría que B fuera introducido en un avión controlado por él, así que el individuo A toma precauciones para reducir ese riesgo, pasando la probabilidad del 10% al 0,1%. Finalmente el individuo A realiza Z y el individuo B sufre la improbable consecuencia. B se encuentra ahora en un aeroplano controlado por A que sobrevuela el océano. ¿Puede A desentenderse del avión y dejar que se estrelle? ¿El individuo A está obligado a socorrer a B? ¿Tiene derecho el individuo B a exigir al individuo A que aterrice el aeroplano y le devuelva a su posición inicial? Pero se ha dicho que B está dormido, no está consciente. ¿Acaso anula eso su derecho a una restitución por parte de A?

Pues ahora sustituyan A por el padre y la madre, Z por el acto sexual, B por el no-nacido y el contexto del avión por el embarazo.
De nuevo el problema es que A ha cometido un acto de agresión contra B por el cual debe pagar. Pero en el caso del acto sexual B no existe cuando A realiza Z. Si Z es equivalente al acto sexual, entonces sabemos que no es una acción agresiva ni hace daño a alguien más. Entonces cuando A realiza Z no le debe nada a nadie. De pronto B aparece en el avión de A. A no tiene ninguna responsabilidad hacia B dado que no lo ha agredido. Es B el que ha invadido la propiedad de A.

Hasta este punto mis argumentos han sido pro-elección. Pero esta última analogía me permite exponer dónde creo que viene el aspecto gris del asunto. Sigamos con la analogía donde la dejé: B de pronto aparece en el avión de A. Claramente B está invadiendo la propiedad de A. ¿Pero qué ha de hacer A? Como expuse más arriba, cuando alguien invade nuestra propiedad no se justifica cualquier acción para sacarlo. De nuevo, tenemos que ser razonables. Hay de invasión a invasión. En el caso de esta analogía, B aparece en el avión de A sin querer. ¿Qué tanta carga y molestia es para A el tener a B en el avión durante todo el viaje? Hasta aquí termina de rendirnos la analogía porque dejar que B siga en el avión hasta aterrizar no parece ser gran molestia. Pero en el caso del embarazo estamos hablando de nueve meses en los que la vida de la mujer se ve fuertemente afectada física y emocionalmente. ¿Es razonable o no que aguante esa invasión? Es aquí donde veo el área gris. Lo único que puedo decir es que no es razonable un aborto cuando falta poco tiempo para que el bebé nazca o pueda ser extraído de manera que su vida pueda mantenerse aunque sea por medios artificiales. Sin duda Esplugas me diría que mi argumento tiene la debilidad de depender de un criterio arbitrario ¿cuánto tiempo es razonable aguantar un embarazo no deseado? Y tendría razón, pero esa arbitrariedad alcanza a sus propios argumentos también. Por ejemplo ¿hasta dónde llega la responsabilidad de los padres con esa nueva persona? ¿Cuándo se considera que han pagado la supuesta agresión de poner a esa persona en una situación de dependencia?

Espero que haya quedado claro por qué sigo sin una posición clara respecto al aborto. ¿Qué hacer entonces si queda la duda? La respuesta de Esplugas a esta interrogante es que si no quedamos convencidos claramente por una posición basándonos en la ética, debemos adoptar la posición que “minimice los costos”. Estoy de acuerdo. Y siendo un buen liberal, estoy seguro de que Esplugas sabe que la minimización de los costos se logra cuando permitimos que cada persona decida si quiere o no incurrir en cierto gasto evaluando, de manera personal, las ventajas y desventajas de su acción. Dejemos pues, que la gente decida en libertad.

enero 28, 2006

Pemex, en tiempos de bonanza ... pide prestado

En estos tiempos de altos precios del petróleo creo que Pemex debe ser la única compañía petrolera que sufre económicamente:
Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa petrolera más endeudada del mundo, negocia un préstamo por 5 mil 500 millones de dólares y espera cerrar en febrero la operación crediticia, cuyos recursos serán destinados a refinanciar parte de sus pasivos y tener liquidez en la tesorería de la empresa, informó este viernes la paraestatal.

Durante el gobierno de Vicente Fox la deuda de la empresa, que soporta una onerosa carga fiscal, se incrementó en 150 por ciento, al elevar sus pasivos totales, incluidos pasivos laborales y deuda neta consolidada, de 413 mil millones de pesos en diciembre de 2000 a un billón 30 mil millones de pesos a septiembre de 2005.
No es que la traiga contra Rodolfo, en serio no. Pero en su conclusión a nuestro debate él sugiere que la ineficiencia de Pemex se debe más a su tamaño que al hecho de ser empresa pública. No podría estar más en desacuerdo. Las empresas petroleras internacionales son igual o más grandes que PEMEX y en estos momentos están logrando ganancias enormes. Pemex, mientras tanto, está sufriendo a pesar de los altos precios del petróleo. Mientras las empresas privadas invierten en nuevos procesos de extracción, refinación, investigación en nuevas fuentes de energía, etc. PEMEX, en estos tiempos de bonanza, no tiene recursos para desarrollar su infraestructura, no digamos ya invertir en investigación. Y es que los altos ingresos que obtiene PEMEX por la venta de petróleo se van por la borda debido a la manera en que los políticos la usan de cochinito. Sumémosle a eso la carga de su sindicato lastre que las empresas privadas no tienen. Y para acabarla, PEMEX compra gas y gasolina a precios de mercado, pero tiene que venderlos a los precios establecidos por los burócratas, perdiendo en el proceso. Como se puede ver, no es que Pemex sea ineficiente por su tamaño. Pemex es ineficiente por su naturaleza de empresa paraestatal.

ACTUALIZACIÓN: Olvidé incluir otra nota que leí ayer:
El avance de Estados Unidos para extraer petróleo en aguas profundas del golfo de México pone en riesgo reservas de México por 2 mil 600 millones de barriles de petróleo crudo, recursos que detectó Petróleos Mexicanos (Pemex) en el yacimiento transfronterizo en el cual empresas internacionales iniciaron sus trabajos de exploración y evalúan el inicio de la explotación en la región que se conoce como Hoyo de Dona.
...
Ayer EL UNIVERSAL publicó que un consorcio conformado por British Petroleum, la angloholandesa Shell y la estadounidense ChevronTexaco encontró un yacimiento en el golfo de México al que denominaron Great White, localizado a 400 kilómetros al sur de Houston del lado estadounidense, y que el propio Departamento de Energía de Estados Unidos lo considera como el más importante en la zona transfronteriza. México es propietario de 80% de la extensión marítima donde se encuentra esta veta.

Morales Gil confirmó que el gobierno federal trabaja en un modelo contractual que permita lograr alianzas estratégicas para explotar los yacimientos transfronterizos "con riesgos controlados". Actualmente México tiene un freno en cuanto al esquema contractual y financiero para extraer el petróleo que se localiza a grandes profundidades, debido a que constitucionalmente Pemex no puede realizar alianzas para compensar la falta de recursos y tecnología.


Posts relacionados:
Privatizar PEMEX
Pemex promueve competencia en CA. ¿Y en México cuándo?

enero 27, 2006

¿Cómo salvar a los leones? ¡Cazándolos!

Dice la nota en La Jornada:
Necesaria, la caza de leones: expertos

Johannesburgo, 26 de enero. La cacería de leones en Africa debe ser alentada, ya que, paradójicamente, es uno de los mejores medios para proteger a esta especie animal cada vez más amenazada, según los especialistas reunidos durante una semana en Johannesburgo.

Enmarcada y reglamentada en forma estricta, la caza del león contribuye a su protección gracias al enorme caudal financiero que genera, lo que posibilita el crecimiento de las reservas en que estas grandes fieras viven, lo que favorecería su reproducción.
Afortuadamente los "expertos" han aprendido la lección de los elefantes. Cuando plantee que esta era la solución al problema de las ballenas Rodolfo no me bajó de intransigente. Decía Rodolfo que iba en contra de "la esperanza en una coordinación democrática y negociada". No sé por qué debemos tener esa "esperanza" cuando lo único que necesitamos es dejar que el mercado funcione. Y es que permitir que los leones sean cazados no sólo salvará a los leones, sino que además
Según los partidarios de esta postura, la caza permitiría además que las poblaciones locales se beneficien económicamente de la presencia del león, incitándolas en consecuencia a intentar protegerlo y no eliminarlo.
Veremos qué deciden hacer los gobiernos africanos. Por el bien de los leones y, más importante, de los pobladores locales, esperemos que sean igual de "intransigentes" que los expertos y quienes entendemos cómo funciona el mercado sin tener que recurrir a "esperanzas".

enero 26, 2006

El conservadurismo de Calderón

Hace algunos días, en entrevista con Joaquín López Dóriga, Felipe Calderón dejó ver abiertamente su lado conservador en varios aspectos. Fueron seis temas de moralidad sobre los que Calderón fue cuestionado que a continuación resumo junto con mi posición al respecto.

Primero, Calderón se manifestó en contra del aborto. El tema del aborto es un dilema ético que no tiene una respuesta fácil, o al menos no he encontrado una. ¿En qué momento se considera que el producto de la fertilización es una persona? Y una vez que consideramos que es una persona ¿tiene el derecho esa persona de vivir a costa de otra (su madre)? ¿Es ético que una persona (la madre) mate a otra (el niño) que depende de ella sin por lo menos intentar darle una oportunidad razonable de vivir (por ejemplo dar a luz y después entregarlo en adopción)? Estas son cuestiones que no tengo resueltas y, por lo tanto, no tengo una posición clara al respecto. Personalmente me inclino por la vida pero, dado que mi posición no se basa en fundamentos éticos, reconozco que esa es una posición moral personal y que, por lo tanto, no debe ser impuesta sobre los demás. En un área gris como esta mi posición por default es en contra de la intervención del gobierno en las decisiones personales. Por lo tanto, creo que las mujeres deben tener la posibilidad de abortar si así lo deciden.

Calderón también se manifestó en contra de la muerte asistida. Aquí el dilema ético no existe. El cuerpo de una persona es su propiedad, y como tal debe poder hacer lo que desee con él mientras no afecte la propiedad de otros. La decisión de quitarse la vida, mientras sea tomada en libertad, es una con la que el gobierno no debe interferir. Sólo debo hacer una anotación aquí. Los doctores no deben ser obligados a asistir a una persona en su muerte. Si una persona elige morir y el doctor se rehúsa a asistirle, no debe haber acción legal alguna en contra del doctor.

Consistente con su posición a favor de la vida, Calderón también se manifestó en contra de la pena de muerte. En esto estoy de acuerdo con él. La función de la sentencia a los criminales debe ser el retribuir, aunque sea en parte, a las víctimas de sus crímenes. La muerte del criminal no es retribución. Es simplemente venganza.

Pasando a otra cosa, repitió la posición conservadora respecto a los matrimonios entre homosexuales a la que ya nos acostumbramos en EEUU. En palabras de Calderón:
“para mí el matrimonio, por definición, es la unión de un hombre y de una mujer para formar una familia.”
Hasta el momento este debate en México no ha ganado mucho terreno y no hay ningún político que esté tomando este tema como bandera. El dizque representante de la izquierda, AMLO, le huyó cuando pudo hacer algo al respecto en el D. F. Pero la posición de quienes defienden las uniones homosexuales en México es, además, más moderada que la de los grupos más radicales en EEUU. A diferencia de EEUU, en México reconocemos la distinción entre matrimonio civil y matrimonio religioso. Lo único que se necesita es reconocer que el matrimonio civil es, en realidad, un contrato entre dos personas y que, por lo tanto, su género no debe importar.

Después, Calderón dijo que él está en contra de incluir a la píldora del día siguiente en el cuadro básico de medicinas. Esto nos regresa a la cuestión del aborto. ¿Es o no abortiva la píldora del día siguiente? Todo depende de cuándo definimos que comienza la vida de la persona. Como dije arriba, creo que ante la duda lo mejor es optar por la no-intervención del gobierno. En este caso, sin embargo, eso significa no subsidiar la distribución de la píldora.

El último tema que quiero tocar aquí es el de la legalización de las drogas. Dice Calderón:
“Mira, tengo hijos pequeños Joaquín, y yo no me voy a rendir ni voy a claudicar ante el narcotráfico. Y no, por rendirme, voy a permitir que mis hijos legalmente (entre comillas) se droguen. Voy a luchar con todo, y no estoy de acuerdo con la legalización de las drogas.”
Su declaración pide la pregunta: ¿y sí les permitirá drogarse ilegalmente? Me imagino que la respuesta sería un rotundo NO. ¿Entonces qué tiene que ver la legalización de las drogas con sus hijos? Nada. El argumento de “es por los niños” es clásico de quienes quieren imponer su moral. Con la excusa de “es por los niños” los políticos intentan justificar todo tipo de afrentas a la libertad individual, a la libertad de los padres de educar a sus hijos cómo ellos decidan y de las personas de meterse en su cuerpo lo que quieran. La manera más fácil de tratar de argumentar en contra de la legalización de las drogas es la manera en la que lo hace Calderón: pretendiendo que la legalización implica de manera automática que los niños (peor aún, sus propios hijos) se van a drogar. El argumento se cae solito. Los cigarros son legales, pero eso no implica que mis hijos fumarán. El alcohol es legal, pero eso no implica que mis hijos tomarán. La conclusión pues, no sigue de la premisa.

Pero la peor parte de esa lucha contra las drogas es la que no menciona Calderón: el alto costo material y humano de esa “guerra”. Enrique Canales lo dice mejor que yo:

Obviamente un político en plena campaña no puede declararse a favor de legalizar las drogas, porque sería crucificado por todos los que piensan que las leyes son como los mandamientos de una religión. En el tema de la droga, lo prohibido es lo que hace económicamente atractivo el margen de utilidad y promueve más su distribución. Si el alcohol estuviera prohibido, todas las bebidas subirían de precio y lógicamente habría organizaciones de licor ametrallándose entre las colonias.

Aunque la droga efectivamente hace mucho daño personal y ocasionalmente un drogado hace tropelías alrededor de su comunidad, el mayor daño que ocasiona la droga sucede del lado de la producción, distribución y tráfico, simplemente porque está prohibida. El conteo de los 600 y pico de muertos que en este año hemos padecido en los pleitos de la droga, no se deben a la droga en sí, sino a su prohibición.

No tenemos capacidad para prohibir todo lo que nos hace daño. Ningún Estado tiene el poder de ordenar e imponer el “deber ser”. En este combate hemos sido soñadores, queremos luchar sabiendo que no podemos ganar. Hemos perdido la guerra desde el inicio y no la perdió Fox, ni Bush, ni Chirac —que allá también se matan y se las truenan— sino la guerra la perdió la estupidez del idealismo quijotesco que provoca el propio enemigo que dice combatir.

Dediquemos los esfuerzos para disuadir a los novicios y tratar a los drogadictos como enfermos. Que en nuestras leyes civiles ya nadie prohíba algo malo para convertirlo en un enorme negocio muy atractivo para enviciar y matar.


enero 23, 2006

Corrupción en las escuelas públicas

Todos sabemos que la educación pública es de por si costosa debido, por un lado, a las ineficiencias de un sistema tan grande; y, por otro, por tener que lidiar con un enorme sindicato lacra. Pero las cosas no paran ahí, un reporte reciente de Transparencia Internacional muestra además que la corrupción en las escuelas se ha incrementado. De la nota deEl Universal:
La corrupción educativa en México es grave, pues las familias mexicanas pagan "sobornos" y "cuotas especiales" a las escuelas de educación básica a cambio de trámites y servicios, alerta Transparencia Internacional.

En promedio, cada familia paga 300 pesos en sobornos para asegurar un lugar a sus hijos en las primarias y secundarias supuestamente gratuitas, dice el análisis Robando el futuro. Corrupción en el salón de clases, solicitado por el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIEP), la UNESCO y la SEP.

En total en el país, los padres pagan más de 102 millones de pesos al año en "cuotas especiales" de dinero o en especie a cambio de papeles o de la inscripción de los menores.

El estudio establece que entre 2001 y 2003 en México, el soborno creció 60% tan sólo en los casos de inscripción.
...
La Unión Nacional de Padres describe que en México se hace que "los profesores menos calificados alcancen posiciones que no merecen, afectando la calidad del servicio".

enero 15, 2006

El gobierno mexicano importa técnicas bushescas

El gobierno mexicano, con ayuda del Departamento de Estado estadounidense, implementará un sistema de espionaje electrónico en todo el país.Aquí la nota:
The U.S. State Dept. is coordinating the deployment of a nationwide electronic-surveillance system in Mexico, a project that will enable the Agencia Federal de Investigaciones (AFI) to intercept phone conversations and online messages from every telecommunications network within Mexico. According to documents obtained via the Federal Business Opportunities contracting database, this new system will enable the mass collection and analysis of communications and information, thereby helping to prevent “acts of major federal crimes in Mexico that include narcotics trafficking and terrorism.”
Ante esta información más vale ser vigilantes que confiar en que el gobierno siempre hará buen uso de esa tecnología (que, por supuesto, nosotros estamos pagando). Es por ello que me uno a la Declaración por la Libertad de Expresión Digital que si bien es una propuesta española, los principios que la motivan son universales.

Monopolios V: regulación de medios de comunicación

Va el último en esta serie. Comienzo con el punto 3 del post original de Rodolfo:
3. Volviendo al tema de los costos de acceso es importante recordar que acceder a un mercado no es algo simple como ROLVA insinúa en su comentario.
Para empezar yo nunca he dicho que poner una estación de radio o TV sea algo simple. De la misma manera que no es simple competir contra Apple o Microsoft o Sony o Toshiba. Tampoco es sencillo entrar a la industria automotriz, y sin embargo vemos una fuerte competencia también ahí. Por lo tanto, los costos de acceso no implican que la competencia no pueda existir. Pero además, sería bueno pensar de dónde vienen esos costos de acceso. Los costos de acceso son los precios de los equipos, del terreno, los salarios de los trabajadores, etc. Y como todos los precios, son resultado mismo de la competencia capitalista. ¿Qué pasaría si el gobierno decide subsidiar, por ejemplo, los costos de entrada a TV y radio para que más gente pueda acceder al mercado? Pues estaría quitándonos recursos que tal vez preferimos gastar en otras cosas. Yo, por ejemplo, preferiría utilizar ese dinero en el desarrollo de acceso más rápido y barato a Internet que en poner otra estación de TV. Pero esa elección la hace el gobierno por mi al cobrarme impuestos y dejar que sean políticos y burócratas los que decidan qué hacer con él.

La siguiente observación de Rodolfo en cuanto a medios se refiere a que el espectro (bueno, su parte útil para transmitir TV y radio) es finito y, por lo tanto, necesitamos una manera de distribuirlo. Tiene toda la razón. ¿Pero por qué debe hacer la distribución el gobierno? ¿Acaso no ya intentamos eso con la tierra y vimos que no funciona? No sólo eso, los países comunistas lo intentaron no sólo con la tierra, sino con todos los recursos económicos (i.e. recursos cuya demanda es mayor a su oferta) y los resultados fueron desastrozos. De nuevo pregunto, ¿qué le hace pensar a Rodolfo que el gobierno puede planificar y distribuir ciertas cosas y otras no? ¿Qué cosas son esas que sí debe distribuir? ¿Las “estratégicas”? Entonces ¿por qué no funcionó la redistribución de la tierra? (creo que podemos estar de acuerdo en que la tierra es un recurso estratégico ¿no?).

La mejor manera de distribuir un recurso económico es dejando que consumidores y productores lo hagan. En otras palabras, el mercado se encarga de lograr la mejor distribución y de cambiarla conforme cambian las demandas de la gente. Supongamos, por ejemplo, que sólo quedara espacio para una estación más de TV abierta y que dos grupos quieren ese espacio; uno quiere poner un canal indigenista y el otro un canal de videos de música. ¿Cuál debe quedarse con ese espacio de espectro? La gente políticamente correcta probablemente diga que el canal indigenista. Los chavos que gustan de música y no tienen acceso a TV por cable probablemente prefieran el de música. ¿Cómo decidir? Si dejamos que el gobierno decida probablemente se incline por el canal indigenista para evitarse manifestaciones y quedar bien. Pero, seamos sinceros, ¿cuánta gente verá ese canal? Tal vez un número considerable al principio, pero después la gente perderá interés y regresará a sus telenovelas o cualquier otra cosa. Con ello los anunciantes dejarán de financiar el canal y probablemente será necesario subsidiarlo si queremos que se mantenga al aire. El uso de ese espacio de espectro, por lo tanto, estaría siendo desperdiciado. En cambio, si el canal de videos obtiene ese espacio de espectro a través de una licitación, se preocupará por mantener la mayor audiencia posible porque debe recuperar los recursos que invirtió. Si tiene razón en su apuesta inicial, que hay una demanda considerable por un canal de videos, entonces tendrá anunciantes y obtendrá ganancias al tiempo que satisface la demanda de entretenimiento de mucha gente. Si se equivoca y la gente no quiere videos sino programas indigenistas, entonces tiene el incentivo por cambiar su programación. Rodolfo, por ejemplo, tiene opiniones bien definidas respecto a Televisa, TV Azteca, Multivisión y Radio Red. ¿Pero cree que todos tenemos la misma opinión? Por supuesto que no. Dejemos entonces que sea el mercado el que decida.

Quienes piden que se asignen los espacios de espectro tomando en cuenta criterios sociales pretenden obligar a la gente a ver lo que ellos consideran correcto. Por alguna razón creen que ellos tienen un don superior que los consumidores en general y que es su responsabilidad educar a la gente para que se comporte de la manera que ellos consideran correcta. Este es el ideal de cualquier comunista (no estoy diciendo que todos los que abogan por estas medidas sean comunistas), pero ellos mismos deben darse cuenta de que no funciona. La gente no obedece a la tele, si fuera así nadie consumiría drogas y nadie en Cuba querría escapar del paraíso en el que viven (según la televisión oficial).

En cuanto a la información, aún cuando sólo dos compañías dominan en TV, hay una cantidad enorme de periódicos y estaciones de radio con formato de noticias. En México no es difícil obtener información tampoco. Cada fuente tiene sus preferencias, en algunas es clara (e.g. La Jornada o Ferriz de Con) y en otras no. Por su lado Televisa y TV Azteca creo que están haciendo el esfuerzo por darle espacio a todo tipo de opiniones. Hay una cosa en la que estoy de acuerdo contigo, la información política es difícil de comprender muchas veces y eso es peligroso. La solución: quitémosle poder al gobierno de tomar todas esas decisiones por nosotros. ¿Acaso no es mejor que cada uno de nosotros sea responsable de su futuro en lugar de dejarle esa responsabilidad a políticos transas?

enero 14, 2006

Más de monopolios IV: regulación estatal.

Una de las formas en que los gobiernos intervienen en la economía junto con impuestos y control de precios, son las regulaciones. A veces las regulaciones son bien intencionadas, otras sólo aparentan tener una buena intención. Ya mencioné antes que las grandes empresas muchas veces favorecen las regulaciones porque las ponen en ventaja competitiva contra las pequeñas empresas que no pueden cumplir con la regulación debido a los altos costos que requiere. Concentrémonos en aquellas regulaciones que tienen buenas intenciones. Un ejemplo que propone Rodolfo es la inclusión de fechas de caducidad en productos perecederos. ¿Por qué es necesario legislar esto? Para Rodolfo es importante que los alimentos tengan fecha de caducidad para que sus sobrinos no los coman, pero ¿qué tan frecuentemente se fija un niño en la fecha de caducidad? Si lo hace frecuentemente es porque sus padres le han enseñado, y de la misma manera le podrían enseñar como huele algo que sirve y algo que no. ¿Acaso necesitamos que a las frutas y verduras les pongan fecha de caducidad? Creo que no. La regulación gubernamental no puede sustituir al sentido común. A Rodolfo, por ejemplo, no le gusta que en EEUU los productos no tienen fecha de caducidad sino sólo una fecha de “best before”. ¿Acaso cree Rodolfo que las cosas se echan a perder exactamente el día que dice en los productos en México? ¡Claro que no! Por ejemplo, si dejo la leche afuera se echará a perder antes de la fecha (y si su sobrino la encuentra y ve la fecha es posible que se la tome). O es posible que la congele alargando el tiempo que la puedo consumir. Por eso “best before” no es tan diferente que la fecha de caducidad. Además, recordemos que el objetivo de los productores es vender sus productos por lo que constantemente los mejoran conforme lo demandan los consumidores. La mayoría de los consumidores en EEUU no creen necesario tener fecha de caducidad porque aún tienen el suficiente sentido común como para entender que el tiempo en que se echa a perder un producto es variable. Pero hay otras cosas que sí demandan. Por ejemplo, sin necesidad de regulación estatal, las compañías de alimentos y medicinas constantemente mejoran la manera en que empacan sus productos para protegerlos de contaminación, permitir transportarlos mayores distancias sin que se echen a perder, y, en el caso de medicinas, para que niños pequeños no puedan abrirlas. En otras palabras, el afán de lucro no está peleado con el bienestar del consumidor, todo lo contrario.

Un ejemplo de querer legislar el sentido común es el V-Chip. ¿Qué hacían los papás antes de que sus televisores tuvieran V-Chip? Pues los buenos padres monitoreaban lo que veían en la tele sus hijos. El V-Chip no es una mala idea, pero no todos lo queremos. Yo, por ejemplo, nunca lo he usado con mis niños porque prefiero que seamos yo y mi esposa quiénes juzguemos si un programa o película o videojuego es o no adecuado para ellos. ¿Qué pasa cuando la gente se acostumbre al V-Chip? Que dejarán de monitorear a sus hijos y dejarán que un grupo de personas que no conocen decidan por ellos lo que sus hijos pueden ver. En otras palabras, el padre se acostumbra a no tomar responsabilidad por sus hijos y dejársela al gobierno. Conforme más regulaciones de este tipo tenemos y más nos malacostumbramos a ellas, no es sorprendente que alguien llegue al extremo de pensar que si el gobierno no nos cuida nos vamos a morir.

La caza de ballenas es un ejemplo más de “Tragedia de los Comunes”. Y la solución al problema es introducir la propiedad privada en los mares. Al no haber derechos de propiedad, no existe el incentivo para tener prácticas de caza sustentables. Si una compañía ballenera decide cazar menos, nada le asegura que otra lo hará. En cambio, si se permitiera desarrollar un sistema de propiedad sobre las ballenas, los balleneros cuidarían a sus ballenas para mantener su fuente de ingreso. Además, esto permitiría que los ambientalistas y animalistas también pudieran adquirir esos derechos sobre otras ballenas para puros fines de conservación. Un ejemplo de cómo la propiedad privada soluciona el problema de tragedia de los comunes lo podemos ver en el caso de los elefantes en África. La caza de elefantes en África ha sido ilegal por muchos años, pero la caza continuaba y las policías de los diferentes países no se daban abasto para vigilar todo el territorio en que los elefantes habitan. En consecuencia, a pesar de que la caza es penada fuertemetne, el número de elefantes seguía disminuyendo … hasta que se introdujo la propiedad privada. Hoy, en países como Zimbabwe, Sudáfrica, Namibia y Botswana, los habitantes de los pueblos cercanos a donde habitan los elefantes tienen permitido vender licencias para cazar elefantes. Esto permite que estas personas obtengan un ingreso. Pero además, ahora se preocupan por cuidar a los elefantes porque son su fuente de ingreso!! Desde que se tomó esta medida el número de elefantes en estos países casi se ha triplicado. Y todo gracias a la propiedad privada. Aquí pueden leer información respecto a la tragedia de los comunes y los elefantes. Y para quienes todavía no entienden esto de tragedia de los comunes, vayan a jugar tragedy of the bunnies.

Pasemos a las medicinas. Una de las principales razones por las cuales las medicinas son tan caras en EEUU es que tienen que pasar regulaciones estrictas de la FDA. En primera instancia esto podría parecer bueno, excepto que es un sistema tan inflexible que no permite, por ejemplo, que personas que quieren asumir el riesgo de probar un tratamiento experimental con tal de salvar su vida lo hagan. Por supuesto que es bueno tener una agencia independiente de las compañías farmacéuticas que certifique sus productos, pero esa agencia no tiene que ser gubernamental. Si tuviéramos agencias privadas habría competencia entre ellas para asegurarse de certificar medicinas nuevas con rapidez y al mismo tiempo asegurar que sean seguras de usar. A su vez, los consumidores decidirían por su cuenta a cual agencia creer, o incluso creerles directamente a las compañías farmacéuticas. En México es interesante el caso de las Farmacias Similares. Muchos se quejan de que los productos que se venden en estas farmacias no son efectivos, o podrían incluso ser dañinos. La solución es fácil: que los manden a algún laboratorio para checarlos. Eso es algo que puede hacer cualquier organización privada y difundir los resultados. Mientras tanto, parece que el Dr. Simi muestra como la iniciativa privada sí puede atender a los más pobres con productos baratos de mejor manera que lo hace el Sector Salud, el cual provee medicinas gratis, pero generalmente son escasas. Rodolfo dice que de no ser por las agencias gubernamentales él podría salir a vender falsas medicinas. Sin embargo la gente se daría cuenta del fraude rápidamente. El chistesito te duraría un rato y después la gente no volverá a confiar en ti. A diferencia tuya, la mayoría de los empresarios quieren mantener su negocio por un buen tiempo para lograr más ganancias por lo que se preocupan por vender un buen producto.

En cuanto a lo de los remedios contra la gordura, arrugas, manchas de piel, etc., como dije antes, el sentido común no puede ser legislado. Si hay gente que cree en esas cosas pues dejémoslos consumirlos y que ellos solitos se den cuenta. Después de todo es su dinero y es su cuerpo, y deben poder hacer con ellos lo que les plazca.

Uf, ya casi!! Ya nomás me falta el post sobre medios.

Más de monopolios III: monopolios públicos

Antes de pasar a los monopolios públicos, se me pasó escribir sobre el caso de TELMEX que recuerdos del porvenir mencionó. Aquí de nuevo vemos la mano negra del gobierno. Fue el gobierno el que creó ese monstruo y después fue el gobierno el que decidió venderlo todo junto en lugar de venderlo en partes. Telmex no es producto del mercado, es producto del gobierno que después entregó al mercado. La telefonía fija es, ciertamente, uno de esos sectores en los que los costos para entrar son muy altos y, por consiguiente, es difícil hacerle la competencia a la compañía ya establecida (repito, establecida por el gobierno), pero la tecnología va evolucionando. Hoy uno puede ya contratar servicio telefónico con compañías alternativas como Axtel o Maxcom. Tomará un buen tiempo antes de que la competencia alcance a Telmex, pero hay que reconocer que no es un monopolio que se formó de manera natural, al contrario nació como monopolio porque así la creó el gobierno. Si algo muestra Telmex, y quienes vivimos los tiempos cuando Telmex era paraestatal lo sabemos bien, es que lo que no funciona es precisamente el estatismo.

Lo cual me lleva a los puntos 2 y 4:
2. Los monopolios son negativos para cualquier mercado no sólo cuando son públicos (como sería el caso de la Comisión Federal de Electricidad en México) sino también cuando son privados.

4. Como sucede con cualquier cosa que es finita y por ello escasa, van a haber discusiones y desacuerdos sobre cómo aprovechar ese bien finito y escaso.
Voy a comentar los dos puntos juntos porque están fuertemente relacionados. En lugar de pasarme horas y horas contestando cada caso que se le ocurre a Rodolfo, voy a tratar de hacerlo de manera general, a ver si podemos concentrar el debate de esa manera.

En el punto 2 por lo menos estamos de acuerdo en que los monopolios estatales o públicos son malos. Y para explicar por qué pensemos en qué es lo que hace que el capitalismo sea el mejor sistema económico. El capitalismo es superior a cualquier otro sistema porque se basa en el libre intercambio, en el cual ambas partes ganan. El productor, con su afán de lucro, debe decidir qué producto ofrecer, de qué calidad y en qué cantidad. Si decide bien, es recompensado y obtendrá ganancias. El consumidor por su parte lo que quiere es mejorar su condiciones de vida. Si un productor ofrece un producto que el consumidor quiere, de la calidad que él quiere y a un precio que está dispuesto a pagar, el consumidor lo comprará, y con ello mejorará su vida. ¿Cómo sabemos si el productor hizo un buen trabajo? Fácil, sólo hace falta ver si logró ganancias o pérdidas. Y es en base a esta información que el productor puede corregir o mejorar sus decisiones anteriores de una forma racional para proveer mayor satisfacción a los consumidores y al mismo tiempo lograr mayores ganancias. La información que está contenida en el sistema de precios, le permite además al productor utilizar sus recursos de manera óptima. Por ejemplo, si en algún momento el petróleo comienza a escasear su precio subirá y forzará a los productores a utilizarlo primero en las cosas que la gente demanda más. Es así que el capitalismo utiliza los recursos escasos de manera racional.

Pero, ¿qué pasa con las empresas del gobierno? Pues que esas empresas carecen de la motivación capitalista. El éxito o fracaso de las empresas públicas no se puede medir en ganancias o pérdidas porque siempre pueden decidir subsidiar sus pérdidas con nuestros impuestos. El efecto es que las decisiones que toman los burócratas que manejan esas empresas no siguen lo que dicta el mercado y, por lo tanto, no tienden a proveer lo que los consumidores demandan. Satisfacen a unos a expensas de otros. En lugar de generar el intercambio gana-gana que caracteriza al capitalismo, las empresas estatales generan intercambios en los que unos ganan y otros pierden.

Además, al no poder hacer un cálculo capitalista, las empresas públicas tienden a desperdiciar recursos. Pongamos un ejemplo: los precios de la gasolina en México no los establece el mercado, los deciden la burocracia y los políticos. No podemos saber si ese precio es más alto o más bajo que lo que sería si hubiera competencia, pero de cualquiera de las dos formas terminamos perdiendo. Si el precio es más alto, entonces es claro que perdemos al pagar más de lo justo (lo justo siendo lo que fija el mercado). Si el precio es más bajo entonces PEMEX no está recibiendo los ingresos que debería y, por lo tanto, no tendrá el capital para llevar a cabo las inversiones que necesita para seguirnos proveyendo de gasolina en el futuro, y por lo tanto está haciendo un uso ineficiente de los recursos petroleros del país. Sumémosle a ello que los cofres de PEMEX son asaltados por el sindicato y los políticos para sus propios fines y es fácil ver por qué PEMEX no puede hacer nuevas inversiones. De pronto a los políticos se les ocurre que necesitamos una nueva refinería. Pero ¿cómo sabemos si efectivamente la necesitamos o no, o de qué tamaño, o si necesitamos dos o tres? Pues en realidad no hay manera racional de saberlo porque no hay un mercado libre que nos de la información. Esta es, por cierto, la razón por la cual el socialismo no funciona, sin importar lo “buenos” que sean los burócratas. Sin mercado es imposible hacer un cálculo económico para decidir qué hacer, de qué calidad y en qué cantidad. El resultado en los países socialistas fueron las terribles hambrunas en las que perecieron millones de personas.

Con CFE pasa lo mismo, las tarifas son fijadas por los políticos. ¿Cómo saben los políticos cuánto es una tarifa justa? No lo saben. Las suben y las bajan de acuerdo al clima político del momento. Si son demasiado bajas no es como si la diferencia entre costos e ingresos se esfumara, esa diferencia de todos modos la pagamos con nuestros impuestos. ¿Qué quiere decir esto? Que si las tarifas son subsidiadas, entonces los contribuyentes estamos subsidiando a los que más consumen, es decir, a las grandes empresas. Además, claro, mantenemos a la mafia del sindicato de electricistas. En este caso Rodolfo sugiere una privatización parcial porque, dice, “de otra forma mis amigos de Mexicali y de muchas ciudades de la frontera se cocinarían en su propio jugo durante los meses de verano”. La pregunta aquí es, ¿cómo sabe él que el precio de la electricidad será mayor si se privatiza CFE? ¿No cree que una compañía privada fácilmente sería más eficiente que CFE simplemente al librarse del lastre del sindicato de electricistas? Y aún suponiendo que el costo de la electricidad en Mexicali fuera mayor que en el resto del país ¿por qué los demás debemos subsidiar a los habitantes de Mexicali? Si ellos eligen vivir ahí y necesitan aire acondicionado pues que paguen lo que cuesta o se muden. Cuando se subsidian ciertas poblaciones en zonas que no son ideales para vivir suceden cosas como lo que vimos en Nueva Orleáns.

En educación y salud sucede lo mismo. En ambos sectores, las empresas públicas hacen un uso ineficiente de los recursos y por ello terminan ofreciendo un pésimo servicio. En México nos vemos obligados entonces a buscar alternativas privadas aún cuando seguimos pagando los impuestos que mantienen a los ineficientes sistemas públicos. La excusa recurrente es que estos sistemas no tienen suficiente dinero (nunca hay suficiente para mantener sistemas así). Pero veamos que pasa en países de primer mundo. Rodolfo sugiere que volteemos a Canadá o España como ejemplos de que los sistemas de salud pública sí funcionan. No estoy familiarizado con el de España, pero del de Canadá sé algunas cosas. En Canadá el sistema de salud público tiene el monopolio del sector con algunas excepciones. Esto quiere decir que los doctores no tienen la opción de ofrecer sus servicios de manera privada (lo cual explica que varios doctores y enfermeras educadas en Canadá emigran a EEUU a trabajar) y que las personas que necesitan esos servicios no tienen otra opción más que chutarse las largas horas de espera en el sistema público (el resultado es que muchos de ellos cruzan la frontera para recibir atención médica en EEUU). Una de las provincias canadienses con más candados en el sector salud era Québec que, hasta hace poco, no permitía que la gente comprara seguros de salud privados. En junio del año pasado la Corte Suprema de Canadá atestó un primer golpe a este sistema cuando determinó que esa ley en Québec debía ser removida. Las palabras de la decisión de la corte hablan por si mismas:
"The evidence in this case shows that delays in the public health care system are widespread, and that, in some serious cases, patients die as a result of waiting lists for public health care," the Supreme Court ruled. "In sum, the prohibition on obtaining private health insurance is not constitutional where the public system fails to deliver reasonable services."
En cuanto a la educación, sólo hay que ver el sistema educativo gringo. La cantidad de dinero que gastan en educación pública es enorme, y sin embargo sus resultados son pobres comparados con otros países que gastan mucho menos. Ayer en el programa 20/20 de ABC mostraron un reportaje que mostró lo mal que está el sistema. Pueden ver parte del programa y leer la trascripción aquí.

Debo dos posts más: uno sobre regulación en alimentos perecederos y medicinas y otro sobre los medios.

enero 13, 2006

Más de monopolios II: Monpolios privados

Bueno, Rodolfo avanzó el debate y de muy buena manera porque podremos empezar a ver que hay cosas en las que coincidimos (por ejemplo, a mí tampoco me gustan los pretzels) y otras en las que mantenemos diferencias. Si no he contestado todas las cuestiones que ha planteado Rodolfo es porque necesitamos poner un orden al debate y ese orden lo puso él en el primer post con sus cuatro puntos. El primer punto, desde mi punto de vista, es importante porque le da una mala fama al capitalismo que no merece. Aquí aprovecho además para empezar la réplica a su punto 2 que dice que todos los monopolios son malos. Específicamente, los monopolios que se forman de manera natural en el mercado no son malos porque 1) no pueden cobrar el precio que se les ocurra por sus productos porque la gente los dejaría de consumir, y 2) son temporales porque la misma lógica capitalista favorece la innovación y la producción de productos alternativos.

Como contraejemplo al mío de iPods, Rodolfo pone el de las máquinas de escribir que ciertamente muestra lo que sucede en mercados de productos que difícilmente pueden mejorarse porque se llega a los límites de su tecnología y donde las economías de escala favorecen la creación de un monopolio. Pero ese monopolio, como ahora sabemos precisamente con el caso de las máquinas de escribir, no es permanente y el mismo mercado se encarga de hacerle competencia y dejarlo en el pasado. El monopolio de las máquinas de escribir no fue roto por leyes antimonopolio, fue roto por la innovación que es inherente al capitalismo. De nuevo, es el afán de lucro el que motiva a personas a desarrollar mejores productos alternativos a los existentes. En el ejemplo de las máquinas de escribir Rodolfo adolece del mismo problema que muchos que critican al capitalismo, no pueden ver más allá de los productos existentes. Creen que todo lo que se puede producir ya se produjo y que, por lo tanto, si una compañía tiene un monopolio es necesario que el gobierno lo rompa sin pensar que eso sólo retrasa la innovación en nuevos productos. Por ejemplo, Rodolfo menciona que en Brasil se benefició a una empresa nacional de máquinas de escribir mediante el proteccionismo. Pero, ¿fue eso bueno? ¿Acaso los consumidores brasileños no merecían poder comprar máquinas Olivetti a menor precio y/o mayor calidad? Desde el punto de vista del gobierno brasileño de aquél entonces, no, los consumidores se friegan, es más importante favorecer al industrial que al consumidor. Y si bien esto se explica en parte porque los políticos nomás no entienden las ventajas del libre comercio, también hay que tomar en cuenta que lo$ indu$triale$ tienen bueno$ argumento$ para convencer a los político$ de que los protejan, ¿me explico? Rodolfo dice que hay empresarios que contratan mafias para sacar a otros competidores del mercado, y tiene razón. Pero las leyes antimonopolio no solucionan ese problema, ese es un problema policiaco. Ahora, lo que hizo esa empresa en Brasil fue contratar a la mafia más grande: el gobierno. Y la bronca es que al gobierno no hay nadie que le ponga límites por lo que los competidores y los consumidores se joden porque se joden (bueno, en realidad no. La gente se defiende comprando en el mercado negro). Esto explica, además, el porqué las grandes empresas muchas veces piden más regulación gubernamental. Generalmente son esas empresas grandes las que sacan ventaja de que las regulaciones sean más exigentes porque sus competidores más pequeños no pueden cumplir con ellas sin incurrir en costos prohibitivos. Además Rodolfo señala otro problema en el que posiblemente estemos del mismo lado: el horror de las patentes. Las patentes son otra forma de contratar a la mafia del gobierno para sacar a los competidores del mercado.

Resumiendo, el afán de lucro no implica la creación de monopolios. Si estos monopolios llegan a formarse de manera natural (y sólo se pueden formar en algunos sectores), su persistencia es sólo temporal ya que otros capitalistas con afán de lucro desarrollan productos alternativos. La mayoría de los monopolios de hecho se forman con ayuda del gobierno mediante:

1) el uso de patentes que son protegidas por el gobierno
2) el proteccionismo
3) las regulaciones gubernamentales que hacen prohibitivo que otros entren al mercado

Por lo tanto, bajo el sistema capitalista puro (i.e. sin intervención gubernamental) se pueden dar las condiciones en algunos sectores para favorecer la creación de un monopolio, pero ese monopolio nunca es permanente y siempre está expuesto a la competencia de productos nuevos. En cambio, el gobierno, mediante sus leyes y regulaciones, constantemente favorece la creación de monopolios permanentes.

Para acabar este punto, yo he dicho ya en un par de veces que las leyes antimonopolio son utilizadas arbitrariamente. Rodolfo confirma mi posición cuando en un post anterior dice que Bill Gates se ha ganado a pulso el sentimiento en su contra. ¿Y eso qué tiene que ver con leyes antimonopolio? Exacto, nada. Tiene que ver con sentimientos, no con leyes. Él mismo dice que va a migrar a Linux, lo cual demuestra que Microsoft no le prohibe ni a él ni a nadie utilizar otro sistema operativo, u otro navegador (personalmente uso Firefox), u otro procesador de textos, hoja de cálculo, etc. Dice Rodolfo que Gates sí se comporta como un gangster y que se merece esos juicios. ¿Por qué? ¿Simplemente porque le cae mal? Generalmente esa es, precisamente, la razón por la que se aplican las leyes antimonopolio. Microsoft no es un monopolio, pero eso lo de menos para quienes quieren quemar a Gates en la estaca porque por alguna razón u otra les cae mal.

A la discusión de los expertos no le veo caso, ¿qué importan los nombres de los expertos que tienen la misma posición que yo? ¿Qué quieres, que ponga un link a los reconocimientos de Milton Friedman o al nobel de Hayek así como tú pones un link a la vida de Zaid? ¿Para qué? No digo que sea malo que introduzcas a Zaid para quienes no lo conocen, pero ¿de qué sirve a la discusión? ¿Nos vamos a poner a ver cuál tiene el mejor experto, el que tiene más premios, el que tiene más reconocimientos, el que tiene más publicaciones, el que es más popular, o a ver a cuál le encontramos más chismes? Lo más gracioso fue la parte donde dices que te pido que tires “por la borda algo así como 500 años de conocimiento en materia económica” jeje, como si en esos quinientos años (¿por qué tan poquitos?) todos los filósofos y economistas hayan dicho que el capitalismo produce monopolios. Y aún más, supongamos que sí, que en los últimos quinientos años todos los economistas dijeran tal cosa (lo cual obviamente no es cierto) ¿realmente crees que eso te da la razón? Como te decía antes, si las cosas fueran así ¡el Sol y los planetas girarían en torno a la Tierra! Después viene esa falacia que les encanta a los que adoran al gobierno; más o menos va así: ¡¡¡¡es que si el gobierno no nos cuida nos vamos a morir!!!! O en palabras de Rodolfo:
…aplicar las teorías de Hayek en muchos casos equivale a decir que el mejor remedio contra la gripe es matar a todos los que se enfermen.
La aseveración, me parece, raya en lo ridículo. Pareciera que Hayek aboga por prohibir que los doctores traten a la gente y que debamos asesinar a quien se enferme. Simplemente ridículo.

En la noche sigo con los monopolios públicos en salud, PEMEX, CFE, etc. y el por qué esos si son monopolios malos y también discutiré sobre la regulación tanto en estos sectores como en medios.

Propuesta de reformas

Leonardo Girondella Mora propone 11 reformas estructurales para el país y hace una breve explicación de cada una. Me parecen buenas pero haría las siguientes observaciones:

Girondella propone una reforma de seguridad guiada principalmente al combate a la delincuencia organizada. Y si bien todas las descripciones que hace de sus propuestas son generales, en este caso realmente no estoy seguro de qué es lo que propone. Por ejemplo, habla del uso de tecnología avanzada, pero ¿de qué tecnología estamos hablando? ¿Tecnología que le permita al gobierno espiar nuestras comunicaciones como ahora hace Bush en EEUU? ¿O simplemente mejores armas (en cuyo caso creo que el problema no es las leyes sino el presupuesto)? También habla de leyes más severas, sin embargo nuestro principal problema de crimen organizado son los carteles de drogas, ante los cuales mi punto de vista es que lo mejor que podemos hacer es flexibilizar nuestras leyes. Es decir, legalizar las drogas. ¿Cuántos muertos más necesitamos ver, cuánta violencia es necesario soportar, cuántos recursos más necesitamos derrochar en esta lucha contra las drogas para darnos cuenta de que es una guerra que no es posible ganar?. Legalizar las drogas no es rendirnos, es reconocer que las leyes del mercado son más poderosas que los ejércitos. Si nos interesa proteger a nuestros niños de las drogas entonces hablemos con ellos, seamos padres responsables, no esperemos que las leyes hagan el papel que nos toca a nosotros. Es nuestra responsabilidad. Últimamente me la he pasado diciendo que los consumidores son los que deciden qué productos se hacen y de qué calidad. Pues con las drogas es lo mismo. No conozco razón para que no les demos a las drogas el mismo trato que les damos a los cigarros o el alcohol.

Tampoco estoy seguro de a qué se refiere con la reforma financiera que propone, pero en este caso da un libro de referencia que buscaré.

Finalmente menciona una reforma al Estado. Recuerdo que Rodolfo ha presentado argumentos buenos a favor de un sistema parlamentario (ahorita no encuentro el post). Lo que definitivamente me parece importante es fortalecer el federalismo. Creo que más decisiones de gobierno deben tomarse a nivel local porque es a ese nivel que el gobierno está más cerca de la gente. Si hay algo que me gusta del sistema político gringo es precisamente el grado de independencia que todavía tienen los estados y el hecho de que el gobierno federal está limitado en sus poderes, aunque es algo que se ha ido degradando. En México, en cambio, el gobierno federal es prácticamente omnipotente. Además, ahora es más claro que nunca que no sólo debemos preocuparnos por la elección presidencial sino que la elección de legisladores será vital si deseamos que se lleven a cabo las reformas que necesitamos. El problema es que todo mundo se concentra en la elección presidencial y pocos ponen atención a los candidatos a la legislatura. Esto se debe en parte a que los candidatos de cada distrito no son los nombres importantes, esos est[an en las listas de plurinominales. La verdad no me gusta nada este sistema mixto que tenemos. O nos vamos por un sistema proporcional o uno de distritos, pero el que tenemos no funciona porque con un voto elegimos tanto a nuestro representatnte de distrito como a los “pluirs” y no es posible discriminar. Por lo menos deberíamos tener dos boletas distintas, una para el de distrito y otra para los plurinominales. Por lo pronto, a falta de un sistema así, es claro que para la elección legislativa uno debe votar, no por el candidato de su distrito, sino por el partido.

enero 12, 2006

Alcohol, drogas y migración

Ayer, tras recibir una pregunta acerca del muro fronterizo propuesto en EEUU, Bush dijo lo que cualquier persona que vea más allá de sus narices sabe: que los migrantes mexicanos en EEUU hacen trabajos que los gringos no quieren hacer. Añadió que su actitud respecto a la inmigración es que “si encuentras un trabajador que quiere trabajar y una compañía que no puede encontrar a un estadounidense para hacer el trabajo, debe haber una manera legal, de manera temporal, para que se junten”. La realidad es que esto está en manos del Congreso gringo, no de Bush.

Pero además me pareció interesante que utilizara la siguiente analogía:
También tiene sentido quitarle presión a la frontera dándole a la gente una manera legal sobre una base temporal de venir aquí, para que no tengan que cruzar a escondidas. Ahora, algunos de ustedes puede que sean lo suficientemente viejos como para acordarse de los días de la Prohibición [se refiere a principios del siglo pasado cuando la manufactura, transporte, importación, exportación y venta de bebidas alcohólicas estaba prohibida en EEUU]. Yo no lo soy. Pero recuerden, hicimos ilegal el whisky, y ¿qué creen? La gente ingenió todo tipo de maneras para producirlo y distribuirlo. NASCAR empezó – una cosa positiva que salió de todo eso.
La analogía pues, es que la migración ilegal es como el whisky ilegal en aquellos días. Hacerlo ilegal no funciona. Pero además de la migración, esa analogía de hecho aplica de forma aún más directa a ese otro problema público que tantas muertes ha causado en México y en tantos lugares del mundo. Sí, ese que están pensando. Ese que empieza con “dro” y termina con “gas”. Si la prohibición no funcionó con el alcohol, ¿qué nos hace pensar que funciona con las drogas?

(vía Hit&Run)

Réplica III: Disculpas y aclaraciones.


Antes de seguir con este debate debo aclarar varias cosas. Primero, mis más sinceras disculpas por haber inferido erróneamente que Rodolfo había utilizado el Monopoly con sus estudiantes (en la actualización al final de ese post explico por qué hice tal inferencia). Aún así no creo que ese post se pueda desechar; Rodolfo sí hizo la siguiente afirmación: “[Settlers] rompe la lógica pura del mercado que encuentras en Monopolio o Turista” y es principalmente esa afirmación la que me parece errónea y sobre la que trata ese post.

Segundo, en ningún momento he llamado a Rodolfo comunista o izquierdista o nada por el estilo. De hecho, es precisamente porque sé que no es comunista y que entiende que ese es un sistema que no funciona que hago preguntas como “¿Si tanta confianza tienes en que el gobierno puede saber qué empresas deben ser exitosas, por qué no abogar porque el gobierno planifique todo?” Sé que Rodolfo entiende que un gobierno que planifica todo no funciona, pero entonces ¿por qué creer que sí sabe planificar algunas cosas y otras no? ¿Si desde su punto de vista los burócratas chinos son buenos porque tuvieron éxito con Lenovo, entonces por qué no dejar que planifiquen toda la economía? En términos más generales, Rodolfo cree que el éxito de las intervenciones que hacen los políticos en la economía dependen de lo bueno o malo que es ese político. Entonces, si todos los políticos fueran buenos ¿funcionaría el comunismo? Y si aún crees que no, entonces ¿por qué no?

Tercero, Rodolfo me acusa de poner palabras en sus escritos. Reconozco que erré en lo de su clase y el Monopoly, pero fuera de eso creo que he dejado que sus escritos hablen por si mismos. Él por su lado dice lo siguiente:
…tristemente al menos en lo que hace a la discusión de los mercados tú quieres que yo eche por la borda todo el conocimiento en materia económica acumulado por muy, muy respetables instituciones académicas de todo el mundo y que te crea a tí porque tú dices que te debo creer.

¡Wow! En Veracruz dirían otra cosa, pero sin decirla la pienso y me pregunto, ¿no es eso un acto de fe?
No Rodolfo, no pretendo que me creas nomás porque yo lo digo. En ningún momento he dicho que debes creerme porque lo digo yo y ya. El objetivo mismo de tener estas discusiones es que ni tú me tienes que creer a mí ni yo a ti, sino que discutimos para comparar puntos de vista, argumentamos y contraargumentamos y aprendemos de la discusión. Si lo que quieres decir es que debemos dejar estos debates a personas más inteligentes que nosotros pues es muy tu punto de vista. Simplemente no debatas y ya. Yo no soy el intransigente aquí. Tú pretendes que yo diga “ah,sí, si lo dicen un montón de expertos de muy, muy respetables instituciones académicas entonces tienes razón”, pero no lo haré porque es una falacia. Hace algunas décadas, un montón de expertos (y todavía hay algunos) de muy, muy respetables instituciones académicas decían que el comunismo era posible. Hace algunas décadas, un montón (y de esos todavía hay muchos) de expertos de muy, muy respetables instituciones académicas decían que el keynesianismo era el modelo a seguir. Hace algunas décadas, un montón de expertos (y no dudo que siga habiendo de estos) de muy, muy respetables instituciones académicas decían que en nuestros países deberían seguir un modelo proteccionismo y sustitución de importaciones. Así que adelante, si quieres seguir creyendo que el capitalismo causa monopolios aunque no lo puedas justificar está bien. Pero no me pidas a mí que crea ciegamente en ello, y mucho menos bajo argumentos de ad populum. Si tu mejor argumento es que “muchos expertos lo dicen”, entonces me siento decepcionado y es mejor demos por terminado el debate.
A mi pregunta:

¿O consideras que sólo los mercados de productos “importantes” son ejemplos de capitalismo?
Tu respuesta es:
Pues claro.
Entonces no estamos hablando de lo mismo. Capitalismo no es sólo los mercados de productos “importantes”. ¿Qué clase de definición es esa? Probablemente por ahí debimos empezar el debate.

Después pones de ejemplo a China y Chile. ¿Qué es lo que ha hecho de esos dos países ejemplos de éxito? ¿La buena planificación de sus gobernantes? ¿O no será acaso el hecho de que sus gobiernos dejaron de planificar tanto, permitieron el libre comercio e intervinieron MENOS en la economía?

Réplica II: ¿Las "curiosidades" no cuentan?

Paso ahora al contenido importante de la réplica de Rodolfo.

Básicamente Rodolfo dice que es cierto que en el capitalismo se genera competencia, pero, dice, “no hay garantía de que las condiciones de competencia equitativa se van a mantener para siempre”. A lo cual pregunto ¿qué es eso de competencia “equitativa”? ¿Acaso Apple, Microsoft, Toshiba, Sony, Real Networks, Google, y demás empresas que compiten en ese mercado son del mismo tamaño? No ¿Tienen el mismo acceso a publicidad? No ¿La gente tiene información perfecta sobre sus productos? No. Entonces, ¿qué condiciones de competencia “equitativa” son las que hay en ese mercado?

De hecho no elegí el ejemplo del iPod al azar. Lo elegí precisamente porque es un mercado en el que la intervención estatal es (por lo pronto) mínima. Es la muestra, pues, de un mercado muy cercano al de un capitalismo puro, sin intervención gubernamental, y precisamente demuestra que la afirmación de que el capitalismo tiende al monopolio es una afirmación falsa. Sin embargo Rodolfo dice que mi ejemplo está bien como “curiosidad”, pero que no pasa de eso porque
“en última instancia nada pasa si yo no tengo acceso a una iPod o a una X-Box o a una computadora. … no es un mercado particularmente importante para nadie en este mundo. Hace un año vivía sin mi Gigabeat y no me pasaría nada si la perdiera o si se creara un monopolio que controlara el mercado de los equipos para tocar MP3”.
Para empezar me dejaste boquiabierto al incluir a las computadoras en general en tu comentario. ¿Realmente crees que el mercado de las computadoras no tiene mayor importancia? En segundo lugar, ¿qué tiene que ver qué tan importante o no es el mercado cuando de lo que estamos hablando es del capitalismo en general? ¿Aceptas entonces que tu afirmación es falsa y que se restringe a los mercados “importantes” (por supuesto, de todos modos estaré en desacuerdo con la afirmación modificada)? ¿O consideras que sólo los mercados de productos “importantes” (“estratégicos” dirían los políticos) son ejemplos de capitalismo?

Luego dices que historias de éxito como Lenovo sólo se explican gracias a la muy agresiva intervención gubernamental. El problema con esto es ¿cómo sabe el gobierno a quién subsidiar y a quién no? ¿Cómo es que un (o unos) burócratas pueden decidir mejor que nosotros qué compañías deben ser exitosas y cuáles no? Y si esto es posible ¿por qué no funcionó el comunismo? ¿Si tanta confianza tienes en que el gobierno puede saber qué empresas deben ser exitosas, por qué no abogar porque el gobierno planifique todo? Dices que los liberales (no sé porque especificas que los mexicanos, ¿los de otros lados no?) somos más papistas que el Papa, pero yo diría que aquí el que hace un gran acto de fe eres tú. ¿Por qué digo esto? Porque por alguna razón tú tienes fe en el burócrata (y no me refiero sólo al mexicano). Tienes fe en que alguien más puede decidir por ti qué hacer con tu dinero (tus impuestos) y que tomarán la decisión correcta. Eso realmente requiere fe, especialmente cuando la historia nos mostraría más ejemplos de fracasos que de éxitos. Y la razón de esto es sencilla: cuando los burócratas deciden qué hacer con nuestros impuestos, no tienen la misma motivación que un capitalista; los burócratas no pierden cuando hacen una mala inversión porque están arriesgando nuestro dinero, no el de ellos. Tal vez con eso explico mi mala opinión de los burócratas en general (aunque tengo más razones aún).

Finalmente, dices que no he demostrado que tu afirmación sea meramente una opinión tuya. Nunca quise demostrar eso. Ni eres el primero que lo dice, ni serás el último. Dije que es una opinión y que es incorrecta. Dices que no logro desentrañar por qué esa idea es tan popular, pero no veo por qué deba hacerlo. El comunismo también fue una idea popular. Y no, no es porque los gobiernos sean ociosos, todo lo contrario, es precisamente porque los gobernantes tienen algo que ganar regulando los mercados que lo hacen. Tú bien sabes que los gobernantes (y los burócratas) no están por encima de la motivación capitalista, ellos también buscan el lucro, y las leyes antimonopolio son una manera de obtenerlo.

En cuanto a tu ejercicio intelectual, no te molestes, se llama ad populum, una falacia que les encanta a esos políticos populistas que bien conocemos. Si el número de "expertos" que defiende una idea en determinado momento es sinónimo de su veracidad, el comunismo sería posible, el Sol y los planetas girarían en torno a la Tierra y la Tierra sería plana ... entre otras cosas.

Réplica I: ¿Es Monopoly una buena herramienta de enseñanza?

En su réplica a mi post anterior, Rodolfo extiende un poco más su discusión sobre la diferencia entre el Monopoly (lo llamé así porque así lo encontré aquí y aquí, además es un nombre propio así que realmente no veo la bronca) y Settlers of Catan. Me iba a saltar este comentario, pero al ver que Rodolfo de hecho usa el Monopoly con sus estudiantes me sentí obligado a decir algo.

Y es que dice Rodolfo que Settlers es mejor juego porque “rompe la lógica pura del mercado que encuentras en Monopolio o Turista”. El problema con esto es que ¡Monopoly NO es un juego que siga la lógica del mercado! La diferencia principal y la más importante y la que no puede desecharse, entre Monopoly y el mercado real es que en el juego los consumidores NO pueden elegir entre diferentes productos (por ejemplo quedarse en un hotel u otro) o entre consumir y no consumir. Mientras en el mercado real los consumidores toman decisiones de qué consumir y qué no consumir, en el juego el consumidor es obligado a consumir aún si no lo desea. Es un ente pasivo que queda sometido a la suerte de los dados.

¿Por qué es esto tan importante? Porque en el mercado real, los intercambios, cuando se llevan a cabo libremente, resultan en una ganancia para ambas partes. Es una relación gana-gana. El consumidor gana al adquirir un producto que quiere (y lo quiere más que el dinero que pagó por él, si no no lo compraría) y el vendedor gana al adquirir el dinero (el cual es preferible para él). Es por esto que al final son los consumidores quienes, mediante su consumo y no-consumo, deciden qué productos se producen y de qué calidad, y, por consiguiente, también deciden quien se vuelve millonario y quien fracasa.

En Monopoly, en cambio, uno tira los dados y es obligado a pagar dinero a cambio de … ¡nada! El consumidor no obtiene ninguna satisfacción. ¿Qué consumidor haría eso en la vida real? De hecho, hay sólo una situación que se me ocurre en la que un consumidor real es obligado a pagar, si no por nada, al menos sí por promesas que generalmente no se cumplen o se cumplen a medias y a un alto costo (en salario de políticos y burócratas entre otras cosas): cuando es obligado a pagar impuestos.

La peor parte, desde mi punto de vista, es la manera en que Rodolfo pretende arreglar el juego:
Si tú introduces cambios en las reglas de Monopolio, por ejemplo, introduciendo impuestos a los más ricos o aumentando los premios para los más pobres o más aún--algo que hice en una clase--introduciendo reglas informales de cooperación entre los menos privilegiados, entonces cambias por completo la lógica irracional del Monopolio o Turista clásicos que ciertamente te llevan a esos resultados que son los típicos de un juego de suma cero.
Y es que, como todos sabemos, la gente es tonta y no coopera a menos que el gobierno la induzca a ello (¿qué no cooperar es algo que se hace voluntariamente?), y los ricos merecen que les quitemos su dinero ¿o no? ¿Por qué no de una vez introduces un jugador, de hecho podrías ser tú, siendo el profesor, que expropia todas las propiedades y reparte la riqueza entre todos los demás? ¿No te llevaría eso al resultado óptimo?

ACTUALIZACIÓN: Rodolfo aclara que él no ha utilizado el Monopoly con sus alumnos. Que la clase en la que introdujo las reglas de cooperación fue una clase que él estaba tomando. Rodolfo, me siento apenado por mi inferencia errónea. Mis disculpas son sinceras. Yo realmente creí que había sido una clase que tú habías dado porque pensé que si habías sido tú el que introdujo esas reglas de cooperación entonces estabas en la posición de autoridad para hacerlo. De ahí mi inferencia. Disculpa.

Aún así el contenido del post no era un ataque a tu persona. Lo que quise demostrar es que el Monopoly no sigue la lógica del mercado y, de hecho, es imposible arreglarlo para que lo haga. Creo que explicar la diferencia entre Monopoly y el mercado real es un ejercicio que no tiene desperdicio de cualquier manera.

Nomás para terminar, no es que prejuzgue cuál es el resultado óptimo para ti. En general, si el Monopoly representara fielmente al mercado, hasta yo estaría de acuerdo en que la riqueza se redistribuyera de forma equitativa. El problema central pues, no es cuál es el resultado óptimo del Monopoly, sino que el juego de ninguna manera representa lo que sucede en el mercado.

enero 11, 2006

Más de monopolios I: monopolios y capitalismo.

En México desde fuera Rodolfo Soriano presenta un argumento a favor de la intervención estatal, no sólo en el sector de medios sino en cualquier sector, para evitar el surgimiento de monopolios. Antes que nada agradezco que te hayas tomado el tiempo para escribir ese post Rodolfo. Ciertamente esto de bloggear toma tiempo pero vale la pena cuando el debate es constructivo. Al menos lo vale para mí y por eso aprecio lo que escribes.

Entremos a lo que nos truje. Rodolfo divide su post en cuatro puntos y por limitación de tiempo voy a tener que irme por partes. Hoy el primer punto:
1.El capitalismo tiene, por la propia lógica que lo anima (la obtención de lucro) una tendencia a la creación de monopolios.
Dice Rodolfo que esto no es opinión ni sueño de opio. Pues difiero. La lógica misma del capitalismo, la obtención de lucro, lleva precisamente a la competencia. Si yo, capitalista, veo que una empresa está haciendo mucho dinero vendiendo cierto producto y estimo que yo puedo hacer uno todavía mejor y/o a menor precio, voy a competir. ¿Por qué? Por mi afán de lucro.

Cuando Apple saca un nuevo iPod, los demás no se quedan como bobos diciendo “ya ni modo, Apple nos ganó”, al contrario Sony saca otro aparato, Microsoft y/o Real proponen una alternativa a iTunes, Google saca una alternativa a la Apple Store, y un montón de compañías sacan sus propios productos a precios menores que el iPod. Eso es capitalismo. No hubo ningún gobierno diciéndole a Apple que no puede tener monopolio, no hubo ningún burócrata decidiendo qué es mejor para los consumidores. Somos los consumidores los que decidimos qué es lo que queremos. Es posible que Apple tenga un monopolio si todos los consumidores decidieran comprar iPods y no los otros productos. Pero ¿qué hay de malo en ello? El hecho de que por un momento en el tiempo Apple pudiera tener un monopolio no quiere decir que tenga asegurado ese monopolio por la eternidad. En cualquier momento otra empresa puede sacar otro producto mejor. Pero aún más importante, el que Apple tuviera un monopolio no quiere decir que puede cobrar lo que se le antoje por el iPod. Pocos comprarían un iPod que costara $1,000 dólares, todavía menos si su precio fuera $2,000 dólares, prácticamente nadie si costara $10,000 dólares. Para mantener sus ganancias, Apple sigue teniendo que vender al precio del mercado. Al precio que los consumidores están dispuestos a pagar por su producto y que Apple está dispuesto a venderlo.

Así que la afirmación general de que “el capitalismo tiene, por la propia lógica que lo anima, una tendencia a la creación de monopolios” sí es opinión y es una opinión incorrecta. Una opinión, sin embargo, muy difundida y de la que hacen uso los políticos cuando ven una industria que les podría resultar redituable regular. De ahí que en casi todos los países existan estas leyes antimonopolio. Sería instructivo ver en qué casos han sido utilizadas (ahorita no tengo tiempo de buscar ejemplos diferentes del de Microsoft). De nuevo afirmaré que su utilización es arbitraria. No existen criterios bien definidos en los que se usa, simplemente depende del ambiente político del momento. Hubo un momento, por ejemplo, en que Microsoft era visto como el imperio y fue entonces que sus competidores (porque los tenía) aprovecharon para utilizar esas leyes y ganaron. Ahora el sentimiento anti-Microsoft ha bajado (en parte por el altruismo de los Gates) y si hoy se presentara la misma demanda lo más seguro es que no procedería. El uso de esas leyes es pura y totalmente político, no económico.

En la noche o mañana escribo sobre el punto 2 donde, en lugar de afirmar en general que el capitalismo favorece la creación de monopolios, podemos ser más específicos respecto a en qué ramas o sectores es probable que se formen monopolios y discutir si realmente los burócratas trabajan por nuestro bien.


Posts relacionados:
Monopoly y sus malas lecciones económicas
Otro "monopolio"
Monopolios II: mitos sobre el capitalismo salvaje
Monopolios I: "sana competencia"

enero 10, 2006

Fundamentalismo

Hace poco un comentarista me llamó fundamentalista por cometer el atrevimiento de decir que la teoría de Marx es incorrecta y que no hizo ninguna contribución notable a la teoría económica. Hasta cierto punto entiendo la reacción. Lo que pasa es que a la gran mayoría en México nos han enseñado que Marx hizo un gran análisis del capitalismo. Un análisis del que lo poco que la gente recuerda es que los burgueses explotan al proletariado y se quedan injustamente con una parte del producto de su trabajo (la plusvalía). De hecho, mi primer recuerdo de instrucción en el marxismo data de la secundaria donde en la clase de historia nos enseñaban el futuro. Sí, nos hacían repetir varias veces, hasta que lo memorizábamos, que después del capitalismo vendría el socialismo y después la tierra prometida del comunismo. Y es que el historicismo marxista es una de las principales herramientas de indoctrinación porque es una narrativa efectiva muy similar al discurso religioso.

Muchos autores han visto esta correlación entre marxismo y religión (por ejemplo ver Karl Marx: Communist as Religious Eschatologist (pdf) de Murray Rothbard) y hoy, revisando los blogs leí un par de citas que me recordaron esta relación. El primero lo encontré en el blog de Juan Freire quien cita el ensayo de Michael Shermer a la pregunta anual del World Question Center. La pregunta de este año es “¿Cuál es tu idea peligrosa?” y es planteada de la siguiente manera:
La historia de la ciencia está repleta de descubrimientos que fueron considerados social, moral, o emocionalmente peligrosos en su época; las revoluciones provocadas por Copérnico y Darwin son los más obvios. ¿Cuál es tu idea peligrosa? Una idea en la que pienses (no necesariamente una que tú hayas ideado) que es peligrosa no porque se asume que es falsa, sino porque podría ser verdad.
La idea de Shermer es “Donde los bienes cruzan las fronteras, los ejércitos no lo harán”. En su ensayo, Shermer defiende la idea de la “socidad libre” y añade:
A la gente le cuesta trabajo aceptar la economía de libre comercio por la misma razón que les cuesta trabajo aceptar la evolución: ambas ideas van contra la intuición. La vida parece estar diseñada de manera inteligente, por lo que nuestra inclinación natural es inferir que debe existir un diseñador inteligente – un Dios. De manera similar, la economía parece estar diseñada, por lo que nuestra inclinación natural es inferir que necesitamos un diseñador – un gobierno. …
La analogía me parece genial. El problema con la economía libre es que a la gente le da miedo el hecho de que aparentemente nadie está en control. No le es fácil entender que el mercado libre, compuesto por todos nosotros, nos llevaría a tener más riqueza y una mejor distribución de la riqueza. Una distribución donde quien más tiene es porque mejor ha servido a la sociedad y no porque ha extorsionado, robado y/o recibido favores del gobierno. Pero la primera intuición es que necesitamos que alguien controle la economía, más aún cuando usamos expresiones como “capitalismo salvaje” que parecen indicar que se necesita un domador. Y en el extremo, el control del gobierno sobre la economía debe ser total. De la misma manera a muchos les cuesta trabajo creer la idea de que el hombre evolucionó hasta su estado físico actual sin algún tipo de guía. Hoy la teoría de la evolución es ampliamente aceptada. ¿Llegará el día en que la idea de libre comercio tenga el mismo grado de aceptación? (Y por libre comercio quiero decir realmente libre, no como el TLC con 1700 páginas de restricciones).

El otro blog en el que leí una cita que me recordó la relación religión-marxismo fue 1812. En este caso el contexto es diferente. Aquí lo que vemos es el uso directo de la religión para incitar al conflicto de la mayoría contra una minoría que es percibida como culpable de sus males. La cita:
El mundo tiene para todos, pues, pero resulta que unas minorías, los descendientes de los mismos que crucificaron a Cristo, se adueñaron de las riquezas del mundo.
Este ataque contra los judíos pudo haber salido de la boca Hitler. Pero esta vez no viene de Hitler, sino del mismísmo Hugo Chávez.


enero 09, 2006

Migración y libertad económica

En un comentario reciente le decía yo a manson que una manera de medir si un sistema económico es mejor que otro es viendo las tendencias de migración de las personas. Emigrar del país de origen a otro requiere un gran esfuerzo y muchas veces implica grandes peligros. Por ello debe haber razones muy buenas para que alguien decida dejar su país e irse a otro lugar donde las costumbres y el idioma pueden ser diferentes y además puede enfrentar el rechazo de los nativos.

Sería interesante entonces ver la relación entre migración y libertad económica. Esto es precisamente lo que hizo el año pasado Gabriel Openshaw en un artículo para el Instituto Mises. Openshaw tomó los datos de libertad económica del Índice de Libertad Económica (cuya versión 2006 salió la semana pasada y donde México disminuyó su puntuación en 0.01 y cayó 11 lugares) y datos de migración del CIA World Factbook y encontró lo siguiente:

En los veinte países con menor libertad económica, que incluyen a Haití, Venezuela y Cuba, hay una tasa de migración de -1.12 por cada mil habitantes. Es decir, más gente se va que la que llega, con todo y que es ilegal irse de algunos de estos países.

En contraste, en los veinte países con mayor libertad económica, dentro de los cuales el único latinoamericano es Chile, hay una tasa neta de migración de 3.81 por cada mil habitantes. Es decir, más gente llega a estos países que la que se va, con todo y que la mayoría de estos países tienen restricciones a la inmigración!

Ahora, ya me imagino que los izquierdistas dirán que esto se debe a que los países económicamente más libres son los países ricos que explotan a los pobres. Si alguien va a hacer tal argumento deberá decirme cómo sucede esto. Simplemente decirlo o decir que lo dijo Lenin no lo hace cierto. Me gustaría que lo explicaran o pusieran algún ejemplo.

Pero independientemente de que ese argumento es equivocado, Openshaw, previendo algún argumento de este tipo, hizo un ejercicio similar al de arriba utilizando sólo 22 países considerados de primer mundo. Es decir, tomando sólo en cuenta a los países de la UE (excluyendo a los que entraron recientemente), Australia, Nueva Zelanda, EEUU y Canadá. Comparando las tasas de migración de los 11 más libres con los 11 menos libres encontró que la tasa de inmigración es mayor en los más libres (2.68 vs. 2.01).

Ya sé, ya sé, alguien me va a decir que no cree los datos de la CIA o algo por el estilo. Pero aún en fuentes objetivas como La Jornada (¿de qué se ríen?) encontramos artículos que confirman esta tendencia.

Así pues, AMLO tiene razón cuando dice que “el fracaso de la política económica es el fracaso de la política migratoria del Presidente.” Lo malo es que la política económica que él propone es todavía peor.